El ser humano desde que tiene consciencia de si mismo ha inventado. Esos inventos le han hecho evolucionar y convertirse así en una especie avanzada e inteligente. Dichas invenciones, parece que siempre las ha llevado dentro, interiorizadas, ya sean físicas o intelectuales. La invención intelectual es la que lleva a la plasmación y representación en el mundo real, es una aventura en la que siempre se ha sentido a gusto. Por lo tanto, el ser humano siempre ha necesitado esa aventura para crear lo que llamamos ficción.
Según la Real Academia Española, la ficción es la acción y efecto de fingir. Invención, cosa fingida, o esa clase de obras literarias o cinematográficas, generalmente narrativas, que tratan de sucesos y personajes imaginarios. Obra, libro de ficción. Es una acción que comienza como individual y que pasa a ser compartida con sus semejantes.
Esa aventura de escribir o contar una existencia inventada, intentando reelaborar una realidad concreta, el escritor y académico José María Merino (La Coruña, 1941) es un claro y magnífico exponente actual en nuestras letras. Y ello lo demuestra con su última novela La novela posible (Alfaguara). Una obra original en su género, que a modo de triada literaria combina el diario personal, con la biografía artística junto a la creación de una memoria de un desencanto amoroso.
Pura ficción en diversas formas que gracias al lenguaje que utiliza Merino, podemos adentrarnos en esta magnífica aventura de crear mundos simbólicos, de realizar ficción. A través de ella, desde la antigüedad que se empezó interpretando la realidad que rodeaba nuestros antepasados, para poder llegar a sí a una interpretación y poder saber, empieza acercándonos reconstruyendo el personaje de Sofonisba Anguissola (1535 – 1625). Una pintora fascinante y de indiscutible talento, de la corte de Felipe II. Estimada por el rey pero olvidada por la historia por su condición de mujer, conoció en sus más de noventa años espacios interesantes de su época con una actitud personal muy bien aceptada por sus contemporáneos.
Merino esclarece y muestra un personaje que ha suscitado sucesivas confusiones que han difuminado y ocultado su personalidad artística, su memoria y su obra, para así se vayan recuperando, ya que entre los siete cuadros pintados por mujeres que se exponen en el Museo del Prado, a ella se le ha atribuido la autora de cuatro entre ellos el famoso retrato de Felipe II antes atribuido a Sánchez Coello.
Estos acontecimientos hacen de ella un personaje trepidante y cercano, mostrando su historia perteneciente a una noble familia de Cremona, que fue educada en la pintura junto a sus cinco hermanas. Destacó en la realización de retratos, llevando a cabo un tipo de representación un tanto informal, en el que a menudo sus modelos desarrollan tareas aparentemente domésticas, acompañados de una serie de objetos que definen en mayor profundidad su personalidad.
Trasladada a Madrid, ejerció de dama de compañía de la reina Isabel de Valois y continuó realizando retratos. Hacia 1571 se casó con Fabrizio de Moncada, hermano del virrey de Sicilia, adonde se dirigió seguidamente. Tras la muerte de su primer esposo, volvió a contraer matrimonio con el noble genovés Orazio Lomellino, y vivió entre Génova y Palermo. En esta última ciudad la visitó Anton van Dyck en 1624, retratándola en su cuaderno de viaje y anotando una edad de noventa y seis años que no la impedía conservar un genio sutil y ser capaz de discutir todavía sobre la pintura.
Todo ello y más cuenta el autor, enlazando varios discursos a la vez, el suyo a modo de diario de pandemia originada por el coronavirus, en donde comparte su experiencia de confinamiento y desescalada; junto al relato de Tere (su vecina) una bibliotecaria que encuentra también en la pintora renacentista un rincón donde refugiarse y cómo le ha ido a la muchacha en su relación con su novio, también pintor y algo especial.
Ajustando y alternando capítulos en los que además hay cabida para pequeñas joyas a modo de minicuentos; cada uno de los elementos quedan especial y totalmente integrados en una novela que junta literatura e historia del arte, siendo original en su estructura narrativa, inteligente, didáctica, atractiva y sugestiva, en la que además se puede leer entre líneas como un bálsamo a modo de terapia para el propio autor. Una terapia de crear una ficción clara y ordenada de la realidad, que la hace más comprensible mostrando una perspectiva literaria elocuente, en la que hacen surgir nuevas percepciones sobre la lectura de una novela.
La novela posible // José María Merino // Alfaguara // 18,90 euros // 2022
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