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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Entrevista a Tyto Alba, autor de cómics

El ilustrador autor de cómics catalán, se adentra en la vida del poeta estadounidense Walt Whitman. También ha publicado recientemente «El olvido que seremos»

Entrevista a Tyto Alba, autor de cómics
Pablo Delgado el

Si queremos buscar la sensibilidad y la elegancia en los dibujos de un autor de cómics, podemos encontrar a Tyto Alba (Badalona, 1975), un especialista en transmitir una pasión por el dibujo y el color, que se plasma en las diferentes obras que ha realizado hasta el momento. Bajo la influencia de sus primeros pasos profesionales como pintor, sus trazos trasladados al cómic, nos ofrecen un grato encuentro con grandes personajes de la cultura y del arte, como Picasso, Casagemas, Balthus o Fellini, entre otros. Hace unos meses le tocó al poeta estadounidense Walt Whitman, del que Alba nos ofrece una visión fresca con el cómic «Whitman» (Astiberri).

El ilustrador nos lleva por la memoria y las vivencias del creador de la mítica y rompedora obra «Hojas de hierba», a través de su alabanza y exaltación de la vida, por los sentidos, las imágenes, y la representación que compartió el poeta que le tocó vivir una guerra civil de un reciente país como eran los Estados Unidos de América. Recientemente ha publicado El olvido que seremos (Salamandra Graphic) adaptación al cómic de la obra de Héctor Abad Faciolince, un extraordinario canto al amor filial y clásico contemporáneo de la literatura en español.

¿Cuándo y cómo surge su interés por el dibujo?
Desde niño. Dibujaba como un juego más, primero dibujando batallas y luego haciéndome unos cómics con folios doblados.

¿Cómo fueron sus comienzos? Y su evolución hasta hoy, ¿cómo ha sido?
Al principio comencé como ilustrador, porque coincidió que el cómic en España no estaba en un buen momento, al contrario que la ilustración que estaba de moda. A parte había estudiado ilustración y tenia interés en tirar por ahí. El primer cómic lo hago ya con mas de treinta años.

¿Qué significa para usted dibujar?
Una manera de expresarme, a veces para mi mismo, a veces para los otros contando historias.

¿Qué requisitos considera necesarios para ser un buen dibujante?
No creo ser quién para decirlo, porque no me puedo considerar un buen dibujante, a parte. Cada persona puede interpretar a sum manera lo que es un buen dibujante. Para mi dibujar bien es conseguir expresarse de manera genuina, con trazos frescos, directos, expresivos que salen de dentro y que se notan. Ese es el buen dibujo según lo que a mi me gusta. Lo otro, el intentar ser academicista, hacer un dibujo realista con sus degradados, etc… por lo general suele ser artificioso, la gente siente admiración por lo que parece difícil, pero es como un truco que se puede aprender si se dedica el tiempo suficiente. Aunque hay artistas de este tipo que me gustan mucho y tienen algo de las dos cosas, pero son pocos.

¿Tiene ilustradores de referencia que puedan llegar a inspirarle? ¿Quiénes son?
En general me gustan mucho los ilustradores de mediados del siglo pasado, empezando por Saul Steinberg, Sempé, Tomi Ungerer, Ronald Searle, William Steig etc…

 

«Dibujar es conseguir expresarse de manera genuina, con trazos frescos, directos, expresivos que salen de dentro y que se notan»

 

Al realizar un proyecto, ¿trabaja en muchos bocetos hasta que llega a la idea final? ¿Cómo afronta el temido papel en blanco?
Al buscar ese trazo mas natural, intento hacerlo directamente, y si me equivoco vuelvo a empezar. Claro que dependiendo de la escena la preparo un poco, miro fotos, pero lo que aboceto muchas veces son cuatro rayotes para saber donde ubicar cada elemento y no mucho mas. No preparo demasiado las cosas ni hago bocetos de todas las paginas porque también soy muy ansioso y necesito tener en el momento algo terminado y con el aspecto que tendrá finalmente, para así poder sumergirme en la historia con mas seguridad.

¿Cómo definiría el cómic?
Como un medio que tiene algo del cine y algo de la literatura, que también tiene un lenguaje muy propio y exclusivo del que aun quedan muchas posibilidades por explorar para quien le interese hacerlo.

La posición de guionista y la posición de dibujante, son dos posiciones contrapuestas que en el cómic se complementan, uno emplea la palabra y el otro la imagen ¿Cómo se llega al equilibrio entre estas dos figuras a la hora de emprender una nueva obra?
Cuando soy el autor completo no veo diferencias entre esas dos figuras. Me siento como un dibujante que cuenta historias. Es como cuando se habla de hacer el entintado, el color, el lápiz, etc; de quien hace esto o lo otro. En mi caso va todo junto. A parte una ilustración o una pintura también cuenta una historia.

Usted ha escrito guiones, ha realizado adaptaciones gráficas y ha realizado como autor completo varias obras, la más reciente: la vida del poeta estadounidense Walt Whitman. ¿Existen diferencias a la hora de abordar los proyectos? ¿Se siente más cómodo en alguno de ellos?
Lo normal es sentirse mas cómodo cuando eres el autor completo, lo que sucede es que cuando adaptas un libro o ilustras un guion dependiendo de la libertad, acabas haciéndolo más o menos tuyo y dando tu visión de esa historia, igual que cuando haces una biografía estas dando tu visión de la vida de esa persona. Al final es un trabajo tuyo en el que estas remarcando cosas y situaciones de la vida en general que te interesan y obviando otras que te interesan menos y no puedes evitarlo.

¿Cómo surgió la idea de dibujar «Whitman»?
Cuando leí en algún lado sus experiencias durante la guerra. No conocía esa parte de su vida y me pareció interesante darla a conocer. Es un personaje que siempre me ha interesado. Pero desde que tuve la idea hasta que me puse con ello, pasaron igual tres o cuatro años. Eso también me suele suceder.

¿Qué ha supuesto para usted dibujar y adentrarse en la vida del poeta?
Siempre da vértigo, en este caso sobre todo porque tenia que ilustrar poemas, cosa complicada, y además meterme en un país y en un periodo histórico muy alejado de mi y que desconocía.

 

«El cómic es un medio que tiene algo del cine y algo de la literatura y que también tiene un lenguaje muy propio y exclusivo del que aun quedan muchas posibilidades por explorar»

 

¿Existe una mayor implicación personal al ser dibujante y guionista? ¿Cuánto tiempo le llevó escribir y dibujar esta obra?
Sí, claro, es más complicado sobre todo con mi manera de trabajar, porque no solo has de estar preocupado y dándole vueltas a lo que vas a dibujar, sino que ni si quiera tienes claro lo que quieres contar ni cómo, o si vas por buen camino. A veces hay momentos de angustia… No sé cuanto me llevó realmente porque hubo muchos parones por diferentes cosas, pero generalmente suele ser entre nueve meses y un año.

¿Qué sensaciones o sentimientos busca transmitir cuándo se sumerja el lector en la historia y en la contemplación de los dibujos?
Supongo que acercarle a lo que imagino, llevarle a las atmósferas de lo que quiero contar. Pero no es algo en lo que pienso conscientemente. Al final todos estamos conectados por estas cosas y cada uno se sentirá atraído o envuelto de diferente manera o le evocará una u otra sensación.

¿Por qué la narrativa del cómic es atractiva para usted?
Me gusta poder tener las herramientas del lenguaje y el dibujo y apoyarme con una u otra. Como creador es como dirigir una película en la intimidad de quien escribe un libro. Eso sin pretender comparar los lenguajes porque, insisto, el cómic tiene el suyo propio.

¿Qué no soporta ver en un dibujo o en un cómic?
Una cosa que se da mucho últimamente es una especie de ansias por explorar de mil maneras, mediante viñetas, las posibilidades narrativas del medio lo cual me parece genial y admiro mucho a varios dibujantes que lo hacen, pero no me gusta cuando innecesariamente se quiere dar mil vueltas a una cosa que se podría expresar mejor con una sola ilustración. No es que no lo soporte, pero me interesa, quizá, más el fondo que la forma. Por otro lado, si el dibujo no me gusta me echa para atrás y me cuesta mucho leerlo, aunque muchas veces he hecho el esfuerzo y me he hecho fan de narradores de los que no me gusta nada su dibujo.

Ha realizado obras como La vida (Astiberri, 2016), en la que dibuja la relación entre los artistas Carles Casagemas y Pablo Picasso; Fellini en Roma, donde recrea la vida del singular cineasta italiano o Balthus y el conde de Rola (Astiberri, 2019) un encargo del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con motivo de la exposición retrospectiva del legendario artista. Las tres se basan en personajes artísticos e históricos. ¿Por qué el interés en personajes de estas características?
Primero porque son personajes que me interesan y sobre los que me interesa indagar, o al menos sobre esas historias o anécdotas concretas que cuento. Luego creo que al ser artistas me es mas fácil meterme en su piel y entenderles, siempre hay algo con lo que me siento identificado de una u otra manera.

 

 

El cómic ya está en los museos como el Louvre, el Museo del Prado o el Thyssen ¿Ilustrar es un arte? ¿Se está acercando el cómic a una pretensión más artística?
El cómic siempre ha sido y es un arte como lo ha sido el cine. Si se exhibe cine en un museo, también se pueden exhibir páginas de cómics. Pero no es su lugar. Su lugar es un libro, como las páginas escritas han de estar en una novela o como una película en una sala de cine.

¿En dónde podemos encontrar la belleza de una ilustración? ¿Qué hace grande a una ilustración en particular?
La función de una ilustración es ilustrar un texto. A mi entender lo que la hace bella o grande puede ser su capacidad de transmitir la atmósfera de ese texto, pero también puede ser por una síntesis de lo que ahí se dice, o de manera paralela y autónoma profundizar en otros aspectos que no están en el texto. Todo depende del tipo de texto que se ilustra y del ilustrador.

¿Cree que se valora el cómic y a sus autores lo suficiente? ¿Qué papel juega en la cultura visual actual en España?
Creo que ha mejorado muchísimo el valor que se le da. Ahora incluso tenemos un Premio Nacional. O por ejemplo, a mí y a otros dibujantes, en otros años nos han escogido como residentes en la academia de España en Roma junto a otros artistas reconocidos de diferentes medios sin ningún tipo de diferencias. Todas estas cosas, hace unas décadas eran impensables.

 

«No me gusta cuando innecesariamente se quiere dar mil vueltas a una cosa que se podría expresar mejor con una sola ilustración»

 

Desde hace unos años los cómics de toda la vida se venden también en librerías no especializadas. ¿Ha ayudado cambiar el término en algunos formatos por el de novela gráfica?
Yo creo que sí. Entiendo que algunos autores detesten ese término y les suene falso, pero hay que verlo por el bien que ha hecho si con ello ha conseguido llegar a un público que antes no era lector de cómics. Yo, en las ferias y las firmas he conocido a muchos lectores que han descubierto el cómic gracias a todo esto, y que después han ido ampliando sus gustos y se han ido aficionando a otros géneros. Ahora por ejemplo, ya no se está teniendo tan en cuenta por parte de los editores el hacer un formato pequeño mas tipo novela, ven que las ventas no cambian tanto y eso quiere decir que el lector ya se está habituando sin tener que hacer tanto esfuerzo por acercársele.

¿Cree que haciendo obras ilustradas es una forma amena de llegar a un público más amplio y así se acerquen temas que les puedan resultar «complicados» de entender?
Se puede usar como una herramienta en ese sentido, claro, si ese es el propósito del autor, y funciona muy bien. De la misma manera, poniendo otra vez el ejemplo, el cine puede hacerlo. De hecho para asuntos mas didácticos o incluso para aprender idiomas los cómics han funcionado muy bien.

¿Qué consejo daría a los jóvenes que están empezando en el mundo del cómic?
Lo que siempre se dice cuando se trata de una profesión complicada y en la que además del talento influye la suerte. Preguntarse si realmente uno quiere dedicarse a esto y si va a tener la pasión para ser capaz de trabajar muchas horas o de aguantar el tiempo que sea necesario si las cosas no salen bien al principio, trabajando paralelamente en otra cosa para ganarte la vida, aunque sea como ilustrador. Por otro lado, que no hagan caso de los que directamente dicen que mejor lo dejen o que es imposible vivir de eso. Seguro que de un modo u otro si realmente quieren lo pueden lograr.

Para terminar, ¿qué libro o libros recomendaría leer sin falta?
Eso es complicado, pero puedo decir lo que estoy leyendo ahora y que me parecen igualmente obras muy importantes. En cómic, estoy releyendo «La guerra de Alan», de Emmanuel Guibert, un autor al que admiro mucho y que ganó el premio de Angouleme recientemente. El otro que estoy releyendo es «El gourmet solitario» de Jiro Taniguchi, otro autor al que admiro mucho, pese a no ser gran aficionado a ese tipo de dibujo. stoy también con dos que considero importantes: «El cuaderno gris» de Josep Plá y los «Ensayos de Montaigne».

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