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Blogs Fahrenheit 451 por Pablo Delgado

Revisita a «Maus»

Cualquier momento es bueno para volver a un cómic mítico y por el que no pasa el tiempo

Revisita a «Maus»
Pablo Delgado el

La novela histórica es aquella que, siendo obra de ficción, produce un periodo histórico en la que forman parte de la acción personajes y eventos no ficticios. Debe distinguirse entre la novela histórica propiamente dicha, que cumple estas condiciones, y la novela de ambientación histórica, que presenta personajes y eventos ficticios ubicados en un pasado con frecuencia remoto. Esta narrativa histórica ha sido objeto de numerosos estudios que analizan su estructura, sus orígenes, los distintos modos de narrar la historia que han existido desde sus orígenes en el XIX hasta la novela histórica moderna, su impacto o sus aspectos sociales y culturales, así como, su utilización en diferentes soportes de expresión cultural.

También existe la obra que narra a través de personajes reales, hechos históricos que les acontecieron en primera persona pasando de convertirse en una crónica o un reportaje periodístico a una mítica y premiada novela histórica. Estoy hablando del cómic Maus (Reservoir Books), escrito y dibujado por Art Spiegelman (1948), un longseller internacional galardonado con el Pulitzer en 1992. Ha sido la primera y la última obra realizada en cómic que ha recibido tan alta distinción hasta hoy. Por lo que, cualquier tiempo es bueno para leerlo por primera vez o para volver a sus personajes junto a sus historias de supervivencia en una época muy oscura para Europa.

Un libro que hay que seguir reseñando y nombrando para que no pase desapercibido en las nuevas generaciones de lectores, y sobre todo, para que vean el cómic no como algo infantil enfocado al entrenamiento, sino como otra forma válida de poder leer y que le cuenten historias (reales o ficticias). Maus recrea los horrores del Holocausto, tal como lo experimentaron el padre de Art, Vladek, un judío polaco superviviente junto a su esposa Anja y madre de Art, de los campos de exterminio nazis en Auschwitz y Dachau. La gran particularidad y originalidad del cómic es la visión que le da Art a la historia, ya que se han contado ríos de palabras sobre este hecho, Spiegelam retrata a los judíos como ratones, a los alemanes como gatos, a los polacos como cerdos y a los estadounidenses como perros, dotando así a la historia de un formato que descarta lo superfluo para ir a lo esencial y crudo de la historia. 

Realizada entre 1980 y 1991, la novela gráfica se compone de dos partes y traza ese viaje forzado, tortuoso e inhumano de los padres de Art. En donde también exploró la difícil relación entre Vladek, un hombre araño y metódico y su algo resentido hijo Art. Desde un perspectiva en la que la honestidad conmovedora y desconcertante mirada de un dibujante de cómics que quiere dejar memoria de la aterradora persecución que sufrieron millones de personas en la Europa sometida por Hitler, y de las consecuencias de este sufrimiento en la vida cotidiana de las generaciones posteriores. A lo largo de la obra, Art alterna constantemente entre el pasado narrativo y el presente mientras realiza entrevistas con su padre. Consiguiendo una especie de fábula descriptiva histórica que narra las historias que le permiten a Spiegelman crear una obra ilustrada que abarca varios géneros, temas e interpretaciones, que proporcionan una exploración particularmente profunda y cruel de la búsqueda de un individuo que luchó para sobrevivir en condiciones insoportables. Los habitantes de sus páginas no son criaturas instaladas en el pretérito, sino contemporáneas de cuantos se enfrenten a su andadura, lo mismo ahora que dentro de cien años o en el más remoto futuro.

Ya sea como escritor de cómics, ilustrador, editor o crítico, Art Spiegelman ha juntado los límites que aparentemente separaban una cultura académica y la cultura pop. A través de Maus, la piedra angular de una forma de contar historias en imágenes, Spiegelman demostró con esta obra que los cómics no estaban condenados al entretenimiento para los jóvenes y que podrían abordar con tanta precisión e intensidad un tema tan dramático como el Holocausto, sin renunciar a la insolencia o la subversión y a esa capacidad de transmitir un mensaje visual con claridad, empleando el tono y el trazo adecuado mediante composiciones, en algunos casos complejas y en otros de una gran simplicidad, predominando un dramático negro en toda la obra.

Un creador exigente y perfeccionista, Spiegelman revela un sentido de composición en el que no deja nada al azar. Un autor radical con un estilo versátil, este estudioso de la historia de los cómics siempre ha sabido adaptar la forma de su línea a la precisión de sus palabras. Además abrazó el género autobiográfico con integridad, demostrando que el cruce de palabras y dibujos específicos de los cómics era un medio en sí mismo y no un subgénero, y podía expresar las introspecciones más íntimas, así como la literatura, las bellas artes o el cine.

Las obras de Spiegelman revelan no solo una rebelión y una urgencia de expresión personal propia de los grandes creadores, sino también una fe inexpugnable en las infinitas potencialidades de los cómics. Art ha dedicado su vida a mezclar imágenes y palabras con tanta pasión e inventiva, traduciendo las emociones y los pensamientos fundamentales que lo atraviesan. Es quién ha rechazado todas las ofertas para adaptar Maus al cine para preservar la integridad de este trabajo, escrito e ilustrado en un formato aparentemente inocente y simple, que captura las complejidades de la naturaleza humana a través de las historias de un solo personaje. Las imágenes, el diálogo, las fotografías y el estilo narrativo de Spiegelman proporcionan no solo la expresión de la experiencia a través del dibujo, sino también la negativa a aceptar la simplificación y generalización de la experiencia del Holocausto.

Maus // Art Spiegelman // Traducido por Cruz Rodríguez // Reservoir Books // 2018 // 21,90 euros

 

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