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Primera imagen de una ciudad americana

Primera imagen de una ciudad americana
Mapa de “El Valle de Tenochtitlan según Cortés” publicado en 1869 por George F. Cram en Illinois
Andrea Zucas el

Una mirada hacia una nueva dimensión, allí se desprendía a cielo abierto, a mitad del abismo entre peligrosas cornisas. Habíamos recorrido un largo y estrecho sendero dónde solo pasaban dos por caballo, uno detrás del otro. El fértil paisaje se ofrecía a nuestras vistas y era tan magnífico como abrumador. Los sonidos, los perfumes, las brisas, el oxígeno y la exuberancia de esas tierras nos hechizaban los sentidos.

Aquello en un abrir y cerrar de ojos, nos sorprendía avanzando en las profundidades del camino.

Como poder describir lo fantástico de lo que habíamos descubierto. Impresionaba.

Una nueva dimensión, un desafío a lo desconocido que al fin conquistaríamos. En las venas abiertas de aquellas tierras, coloristas, doradas.”

Así, bien pudo ser el relato de Hernán Cortés sobre las vistas que tuvieron al llegar al Valle de México, dado que su ruta cruzó entre los volcanes, el Popocatepetl y el Iztaccihuatl. 

Pero no. No es un dato documentado. Ha sido una imaginación de mi propia autoría en un audaz intento, aunque entusiasta, de vivir un efímero instante de aquellos sucesos…

Imagino además, que las lecturas e interpretaciones de la historia, siempre se deben contemplar desde el contexto temporal de cada época. Quizás así se puede lograr una aproximación algo mas objetiva al análisis de los hechos. Sociologías de un momento que indefectiblemente marcaron el pulso de la historia.

Eran tiempos de grandes conquistas.Donde el prototipo del descubridor y los perfiles de aquellos hombres, como Hernán Cortés, Pizarro, denotaban ciertas características y personalidades “aptas” para un determinado encargo, este es solo un detalle que se suele olvidar a la hora de interpretar aquel pasado que nos une.

No se si Cortés utilizaba una narrativa como la mía, pero sí, que era fiel poseedor del perfil y personalidad necesaria para sus funciones.

Puede que sea, en estos sucesos, un detonante para intentar comprender en su amplitud, por qué se desarrollaron las conquistas de los pueblos originarios de América de aquella manera y no de otra. El crítico termino “culturizar”, no era entonces un concepto contemporáneo. La mentalidad se enmarcaba dentro de su concepto de “colonizar”, un termino aún mas fuerte, que conlleva además a otros, en un contexto sociocultural de países en plena expansión territorial, durante el siglo XVI.

Pertenecientes a esta época, amanecen del pasado, los primeros y magníficos planos de Tenochtitlán, inspiradores de mi preliminar relato.

Allí, desde los misteriosos Olmecas, los Toltecas, las civilizaciones perdidas de Teotihuacanos y Mayas hasta desembocar finalmente en esa esplendorosa Civilización Mexica que vieron y encontraron a su llegada los conquistadores españoles encabezados por Hernán Cortés .

Mapa de “El Valle de Tenochtitlan según Cortés” publicado en 1869 por George F. Cram en Illinois

 

A las travesías de los de los navegantes siguieron las hazañas de los conquistadores.La imagen con que comenzamos, muestra la ruta que siguieron los conquistadores desde Veracruz hasta la Gran Tenochtitlan, a la cual llegaron una vez que descendieron al Valle de México pasando por Chalco y Mixquic hasta detenerse en Iztapalapa, antes de entrevistarse con Moctezuma. El excelente mapa, fue encontrado en el sitio web de la Universidad de Texas en Austin y corresponde a un viejo Atlas Histórico desarrollado por William R. Shepherd en 1923.

Ruta de Cortes,1519

 

Hernán Cortés en sus crónicas describió el plano de la ciudad de Tenochtitlán tal como la visualizó el 20 de abril de 1519, antes de que sus gentes la atacaran y destruyeran parcialmenteen mayo de 1521.Exaltó sus hazañas, describió la población y las maravillas de los nuevos territorios que había conquistado. Este mapa, publicado con las cartas de Cortés, les proporcionó a los europeos la primera imagen de la capital azteca,

Luego en Nuremberg, en 1524, tras los relatos que llegaban a Europa se publicó un libro en latín que además de contener las cartas que envió Cortés al emperador Carlos I de España, Carlos V de Alemania, se imprimió el siguiente plano.

Mexico,impreso en Nuremberg, 1524

De este libro solo se conservan 11 ejemplares en diversas bibliotecas europeas y solo 4 de ellos tienen como apéndice el mapa. Una de estas copias se archiva en la Biblioteca Colombina del Archivo de Indias en Sevilla y otra de ellas impresa y coloreada en cuero, destaca su estandarte y águila imperial, sería el ejemplar de la biblioteca perteneciente al emperador, por lo tanto, el original, en la Biblioteca Nacional de Viena. Se trata de dos mapas en una misma foja, a la izquierda un pequeño plano del Golfo de México y a la derecha un plano más grande que representa la ciudad de México. Para leerlo se debe girar 180 grados en el caso de la ciudad y 90 grados en el caso del golfo.

Litoral del Golfo de México.

Este mapa desató cierta controversia entre los especialistas porque tiene “errores de emplazamiento”de acuerdo a la tradición oral y escrita. Otro detalle interesante es un antiguo y extraño estudio sobre las 13 embarcaciones que aparecen “de cabeza”en el mapa. Ha podido identificar los rasgos característicos de las “chalanas” (llamadas “zillen” en alemán), que se utilizaban comúnmente para navegar por el Danubio en el siglo XVI…

Embarcaciones de transporte,circundando la ciudad.

 

Aquí la vemos Tenochtitlán (Temestitán), llamada Metzxicco (las aguas y el ombligo de la luna) por los Otomi quienes vivieron junto a los aztecas en el valle. La memoria de su pasado. Era impresionante. Levantada en una zona lacustre, su infraestructura urbana era muy compleja. Muros de piedra para contener las crecidas; canales y acueductos que distribuían el agua; rodeada por enormes lagos que guardaban un sorprendente equilibrio ecológico e hidráulico que ingeniosamente regulaban el flujo y reflujo de las aguas y que decir del sorprendente Acueducto de Chapultepec que surtía de agua potable la gran ciudad y como no mencionar la red de canales y acequias que permitían una rápida transportación de personas y mercancías. Muchas plazas que servían de mercado y amplias avenidas rectilíneas que la recorrían.

Plano circular, ciudad isla, Tenochtitlan.

En sus propios relatos, en la segunda carta de Cortés al emperador Carlos V, cuenta su primera reunión con el emperador azteca, Moctezuma, y describe su ciudad:

Es tan grande la ciudad como Sevilla y Córdoba. Son las calles della, digo las principales, muy anchas y muy derechas, y algunas déstas y todas las demás son la mitad de tierra y por la otra mitad es agua por la cual andan en sus canoas. (…) Tiene esta ciudad muchas plazas donde hay continuo mercado y trato de comprar y vender. Tiene otra plaza tan grande como dos veces la plaza de la ciudad de Salamanca toda cercada de portales alderredor donde hay cotidianamente arriba de sesenta mil ánimas comprando y vendiendo (…)”

Vistas del Templo Mayor.

 

Cortés consiguió valiosa información de la región, la que utilizó para establecer alianzas políticas claves que le permitieron alcanzar sus metas. De este modo, el lenguaje y conocimiento se hicieron esenciales para los esfuerzos españoles de construir un imperio en las tierras dominadas por los aztecas. Informes, mapas, y muestras de todo tipo fueron enviados sin demora a España junto con el tesoro acumulado por los conquistadores. 

Moctezuma, el gobernante mexica, tenia millones de súbditos a su servicio y de sus vastos dominios llegaban los productos más variados del mercado de Tlatelolco.

Los pueblos indígenas crearon una civilización original que logro grandes avances en la medicina, las matemáticas, la ingeniería, etc.

También los señoríos independientes sufrían el constante acoso de los ejércitos aztecas.

Después de la Conquista, los españoles reclutaron escribas nativos para planificar sus territorios y fronteras recién conquistadas, a sabiendas de que los locales poseían las habilidades necesarias, convenciones (como glifos para mostrar los nombres de lugares) y la familiaridad con el paisaje y el terreno para hacerlo con precisión.

La reconstrucción de la ciudad dio inicio a principios de 1522, a partir de una traza establecida por Alonso García Bravo, que en alguna medida seguía la disposición de los canales y se orientaba de acuerdo con la dirección de dos de las principales calzadas. Bajo el subsuelo de la ciudad colonial permanecieron una buena cantidad de vestigios, que aparecían a lo largo de los siglos siguientes apenas alguien realizaba alguna excavación. Así se descubrieron dos de las esculturas más conocidas de la cultura mexica: la Piedra del Sol y la Coatlicue, en 1790, en la Plaza Mayor (hoy Zócalo). Desde entonces hasta ahora la antigua Tenochtitlan sigue arrojando testimonios de su identidad y antigua grandeza.

Este fugaz escrito e imágenes de piezas preciosas, no son más que una contemplación y recuerdo de un momento histórico, que trazó planos y mapas plasmando un registro extraordinario. Una herencia documental que enlaza a “Estados Miembros” del legado, en pos de documentar una historia en común.

La misma que se pintaba desde los pinceles de los grandes imperios, dentro de un siglo, de intensos matices territoriales en las geografías del mundo en creciente composición sobre sus lienzos. Afortunadamente siempre, el espíritu ancestral de las antiguas ciudades cuenta los secretos que han podido manifestarse.

Desde nuestras páginas alzamos la vista de los planos de otros tiempos, en nuestra única misión. Proteger, rescatar, conservar, investigar, comprender y difundir.

Plano de Tenochtitlan y Golfo de México, 1524.

 

 

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