Aunque no faltan eruditos estudios sobre las expediciones españolas del siglo XVIII, especialmente a América, pero también por todo el Pacífico, el Índico y hasta el Mediterráneo Oriental, creíamos muy necesaria una visión de conjunto sobre toda una serie de iniciativas, desde el reinado de Felipe V al de Carlos IV, destinadas no sólo al avance puramente científico, desde la medición del meridiano terrestre para conocer con más exactitud las dimensiones del planeta, y a cartografiar debidamente tierras y mares, a estudiar la fauna y flora de cada lugar, sus recursos de todas clases y posibles alternativas, las reformas más convenientes en su gobierno y organización política y social e incluso la salud de sus habitantes, pues el contacto entre tierras tan distantes había llevado consigo el desarrollo de enfermedades nuevas para las que no se solía tener defensas naturales, con duras consecuencias.
La pauta de las siguientes la marcó la primera, la del Meridiano, en colaboración con Francia, y encabezada por parte española por dos jóvenes pero ya sabios oficiales de la Armada, Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que aparte de su misión principal estudiaron muchos otros aspectos de los que hemos señalado en una dura labor de años, y que dieron como resultado final hechos tales como el Sistema Métrico Decimal o la identificación del platino como un elemento aparte, no una variedad del oro o la plata, como se creía. Y ello entre otras muchas cuestiones, pero siempre dentro de un espíritu ilustrado, reformista y atento a mejorar la vida de la gente.
Las siguientes expediciones, bajo el reinado de Carlos III, siguieron con la inmensa tarea, con nombres como Celestino Mutis, Félix de Azara, la vuelta al mundo de la fragata “Astrea”, la navegación de Malaspina en las corbetas “Atrevida” y “Descubierta” y tantos otros, culminando en la “Vuelta al Mundo de la Vacuna” de Balmis ya en el reinado de Carlos IV, en el primer ejemplo de vacunación mundial, aplicada no solo a territorios de la Corona Española, sino incluso a ajenos, como la región de Cantón en China, o incluso en manos del enemigo, como la isla de Santa Elena, entonces británica.
O la primera colonización de California por Junípero Serra, con la fundación de ciudades como San Francisco y Los Ángeles, y hasta el lejano Oregón, ya en la frontera con Canadá. De hecho se llegó a Alaska y a territorios de la Antártida.
Y todo ello en seria competencia con la expansión por zonas poco o nada conocidas en todo el Pacífico de otras potencias, el Reino Unido por supuesto, pero incluso con la aliada Francia, que en no pocas ocasiones se han pretendido arrogar méritos en esos descubrimientos que no les correspondían. Unos y otros apoyados en un supuesto tradicional atraso español en el terreno científico, y como sucede tan a menudo, para apuntarse tantos que no les correspondían, con fines muy concretos.
Las expediciones científicas españolas del siglo XVIII
Índice:
Prólogo.
Introducción. Ciencia y Técnica españolas antes de la Ilustración.
I.- La expedición del Meridiano, Jorge Juan y Ulloa.
II.- Celestino Mutis y las expediciones botánicas.
III.- Expansión española en el Pacífico.
IV.- Explorando el Pacífico hasta Alaska.
V.- Félix de Azara, inspirador de Darwin.
VI.- La vuelta al mundo de la “Astrea”.
VII.- La expedición de Malaspina.
VIII.- El Mediterráneo Oriental.
XI.- La vuelta al mundo de la vacuna. La expedición de Balmis.
X.- El fin del sueño ilustrado.
Conclusión.
Apéndices.
Fuentes y Bibliografía.
Editorial EDAF, Madrid,( y México, Chile y Buenos Aires), 2023, 276 págs + ilustraciones época en color.
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