Ludmila Vinogradoff el 05 may, 2024 El presidente español Pedro Sánchez y el ex presidente Hugo Chávez (1999-2013) comparten en común las renuncias frustradas a sus cargos y haber estado al borde del abismo a punto de caer en sus respectivos gobiernos. Si hay algo innegable entre Sánchez y los mandatarios chavistas, que ya llevan 25 años en la Presidencia, es el gran parecido de los caminos andados para aferrarse al poder al precio que sea aunque signifique violar la constitución, fracturar la unidad nacional, pisotear los valores morales y entregarse a la corrupción. ¿Qué cómo lo hicieron sin que se percibiera hacia dónde conducía su talante autoritario?, pues al principio no revelaban sus malas intenciones pero al poco tiempo afloraban de manera persistente los bajos fondos de sus acciones, siempre culpando a los demás de sus propios errores. Bajo el manto del cinismo, Sánchez y los chavistas se volvieron maestros en convertir la crisis de gobernabilidad o el peligro de su permanencia en el poder en una oportunidad para fortalecerse y consolidarse. En medio de una tormenta el mejor paraguas era victimizarse para captar la simpatía y compasión de la gente. Cuando Sánchez se toma cinco días de descanso para meditar sobre su futuro y si renuncia o no por las denuncias que involucran a su mujer en presuntos casos de corrupción, y lo anuncia a través de una carta escrita de su puño y letra, recuerda al ex presidente Hugo Chávez que hace 22 años también escribió una carta de su puño y letra con la renuncia a su cargo. Y cuando el presidente del gobierno español decide no retirarse este lunes sino quedarse en La Moncloa diciendo “me quedo”, también recuerda el déjá vu del caudillo chavista que volvió a la Presidencia después de 3 días que lo habían destituido. En ambos casos la manifestación de seguidores pidiendo en la calle que volvieran y no renunciaran fue clave en el desenlace de la crisis política. Así ocurrió en Madrid y también en Caracas. Tras los bastidores también aparece como una bisagra el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien aconseja a Sánchez como atornillarse en el poder o le blanquea la cara al régimen de Nicolás Maduro en su primero, segundo y ahora tercer mandato. La renuncia del 11 de abril Un millón de caraqueños marcharon en Caracas hacia Miraflores el 11 de abril de 2002 para pedir la renuncia del entonces presidente Hugo Chávez y protestar por haber decretado 49 leyes lesivas a la libertad. Entonces Chávez ordena a los policías y los tanques disparar contra los manifestantes, lo que se saldó con la muerte de más de 20 personas y un centenar de heridos de bala. Hugo Chávez Al día siguiente, “los miembros del Alto Mando Militar de la República Bolivariana de Venezuela deploran los lamentables acontecimientos sucedidos en la ciudad capital en el día de ayer. Ante tales hechos, se le solicitó al señor Presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó”, sentenció su compañero de armas, el Inspector General del Ejército, Lucas Rincón Romero, por televisión. Al tercer día ante lo que el chavismo llama un “golpe de Estado” y los opositores un “vacío de poder”, ocurre el regreso del comandante Chávez, aclamado por una multitud de seguidores al son de “volvió y volvió”. Luego de anunciar la renuncia de Chávez, el general Lucas Rincón fue designado embajador de Venezuela en Portugal. Y su carta de dimisión, escrita también a mano, apareció muchos años después. La carta de renuncia manuscrita de Hugo Chávez El ex golpista Hugo Chávez aprovechó los tres días de vacaciones forzadas para fortalecer su gobierno luego de la breve destitución. ¿Cómo lo hizo? Victimizándose y culpando a los Estados Unidos y a la derecha de sus pecados. Controló los medios de comunicación públicos y cerró los medios privados. Expropió las empresas. Comenzó a regalar el petróleo venezolano a sus socios caribeños para comprar voluntades. Y permitió al gobierno de Guyana tomar y explotar las riquezas del Esequibo, entregando el territorio venezolano de casi 160.000 mil kilómetros cuadrados a los vecinos, violando así la soberanía nacional. Hasta en la división del territorio nacional Sánchez se parece a los chavistas. Todo vale con tal de permanecer en el poder. La diferencia está en que Chávez nunca mostró la carta de su renuncia y estuvo en el poder hasta que murió de cáncer, mientras que Sánchez se retractó de su intención de dimitir y el 56% de los españoles considera que su carta fue una maniobra electoral. política Tags carta de renunciaHugo Chávez. semejanzas y diferenciasPedro Sánchez Comentarios Ludmila Vinogradoff el 05 may, 2024