ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs El bochinche venezolano por Ludmila Vinogradoff

Súbditos del Eje del Mal

Ludmila Vinogradoff el

La izquierda de América Latina llevada por el romanticismo de la revolución cubana bajo el liderazgo de Fidel Castro durante 60 años, siempre se ha llenado la boca criticando al imperialismo de EEUU mientras que ninguna organización de derecha ha podido confrontarla por sentirse acomplejada y faltarle liderazgo.

Vladimir Putin, Xi Jimping, y Ebrahim Raisi
Venezuela’s President Nicolas Maduro, his wife Cilia Flores and Brazil’s President Luiz Inacio Lula da Silva with his wife Rosangela da Silva meet at Planalto Palace on the day of a summit with presidents of South America to discuss the re-launching of the regional cooperation bloc UNASUR, in Brasilia, Brazil, May 29, 2023. REUTERS/Ueslei Marcelino

Entre las razones de que los movimientos de izquierda hayan copado la región mediante elecciones en los gobiernos de la región es porque cuentan con una creciente masa de pobres y el financiamiento del régimen chavista, de la fundación de Soros, del Grupo de Sao Paulo y del Eje del Mal integrado por Rusia, China e Irán, según denuncias que se ventilan públicamente.

En el nombre de los pobres o del pueblo, como suelen atribuirse los izquierdistas, se lanzan banderas populistas que atraen a millones de depauperados cautivos de la región bajo el canto de sirenas. En más de 70 años el socialismo, comunismo o izquierdismo no ha traído más que miseria, pobreza y desolación a este continente y le ha obstaculizado su desarrollo.

A la izquierda iberoamericana le encanta hablar contra el imperialismo yanki en los cafés y los vídeos de youtuber, pero en la sombra se abrazan o disfrutan del financiamiento que les proporciona Irán, Rusia, China y Turquía, para hacerles propaganda. Si el imperialismo gringo es malo,  el de izquierda es bueno, así dicen en su publicidad.

Lo descarado es que ninguno de los que defienden el imperialismo del mal se ruboriza. Jamás admiten sus errores y su falta de moral. Jamás han pensado que la izquierda existiría si no existe la derecha que les ha permitido moverse para mantener cierto equilibrio y trabajar en favor del pueblo oprimido.

Nunca hemos visto que algún líder de la izquierda o migrante quiera irse a Cuba, bien para curarse o vivir en la isla antillana. Todo lo contrario, ninguno de los 7,3 millones de venezolanos que se ha escapado del régimen de Maduro, prefiere irse a los EEUU aunque le cueste la vida.

Y si alguien pregunta a los de Podemos españoles, son muy pocos los que quieran cambiar su paraíso de España por los de América Latina, de donde han expoliado sus principales fondos a cuenta de una asesoría malsana, nefasta y corrupta.

Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias, fundadores de Podemos, no han sido profetas en su tierra y mucho menos en América Latina, de donde extraen y expolian los fondos corruptos para mantener a su familia y su organización izquierdista, gracias a la financiación del chavismo.

A la izquierda latinoamericana le parece malo ser aliado del imperialismo de EEUU pero le parece bueno ser aliado de Rusia, Irán y China con quienes comulga pagando caro el apoyo a precio de lingotes de oro y de la devastación del Amazonas. Ninguno del eje del mal da gratis ni apoya por nada.

El régimen de Nicolás Maduro ha hipotecado su gobierno (200 mil millones de dólares es su deuda externa) y su futuro a los ayatolas iraníes, chinos y rusos, un coctel explosivo y peligroso de venderse tan barato de cara a los antecedentes sangrientos de sus precursores.

La democracia es mejor para los pobres porque les garantiza libertad y posibilidades para progresar y desarrollarse más allá del caudillo o líder que les pueda manipular en el momento.

Los venezolanos tienen la oportunidad de unirse para vencer al tirano de Nicolás Maduro y su mafia de criminales. Es una oportunidad de oro pese a las dificultades que son muchas y difíciles.

Siendo la oposición mayoría en el deseo de cambio es minoría en el gobierno que no quiere ceder. De ahí que los cambios que se vislumbran son buenos y oportunos para alistarse para dar la batalla final y no seguir siendo los súbditos del eje del mal.

Otros temaspolítica

Tags

Ludmila Vinogradoff el

Entradas más recientes