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Blogs Bukubuku por Emilio de Miguel Calabia

Todos nosotros (y 3)

Emilio de Miguel Calabia el

La antología publicada por Anagrama, que es la que he utilizado, tiene dos autores. El primero es el propio Carver; el segundo es el nefasto traductor, cuyo nombre omitiré. De hecho, todas las traducciones que he incluido aquí de los poemas de Carver son mías. Si hubiera recurrido a las traducciones al español de I. (al traductor al que no quiero nombrar, le denominaré “I” de incompetente. Esa “I” también podría corresponder al pronombre personal de primera persona del singular en inglés, “Yo”. Y sería muy adecuado, porque el traductor de alguna manera parece estar reafirmándose en cada verso que traduce).

Hay un primer tipo de errores del traductor, que provienen de la arrogancia de pretender que sabe mejor que Carver lo que éste quería decir o que él hubiera sido capaz de decirlo mucho mejor. Un ejemplo. El poema “Los bolsillos de su albornoz llenos de notas” comienza en inglés: “Talking about her brother, Morris, Tess said…” I. lo traduce como “Hablando de su hermano, Morris, Tess dice…” Puede que en español ese “dice” suene mejor, pero Carver escribió la frase en pasado,- “said”. Si hubiera querido ponerla en presente habría dicho “says”.

Otro ejemplo un poco más fuerte. El poema que Carver titula “Work” (“Trabajo”), I. lo traduce como “Escribir”. Las nueve veces que “work” o sus derivados aparecen en el poema, I. los traduce como “escribir” o uno de sus derivados. Esa insistencia inexplicable con sustituir la palabra que Carver había empleado por la que a él le apetece, produce errores manifiestos. Carver dice: “… A man says, [adviértase que cuando Carver quiere utilizar el presente del verbo “to say” en lugar del pasado es perfectamente capaz de ello]/ I’m working. Or I worked today./ Or, I’m trying to make it work…” I. lo traduce así: “… Un hombre dice,/ estoy escribiendo. O he escrito algo hoy./ O estoy intentando escribir sobre ello…” La traducción real es: “… Un hombre dice,/ estoy trabajando. O trabajé hoy./ O estoy intentando que funcione…” La última frase me interesa. Como I. tradujo “work” como “escribir”, se le escapa que esa última frase es una expresión coloquial en inglés que significa “estoy intentando que funcione” [siento no haber podido utilizar alguna variante de “trabajo” en mi traducción y haber tenido que recurrir al verbo “funcionar”, pero no veía otra manera de traducirla, respetando el sentido]. Como I. se había obcecado en reemplazar “work” por “escribir”, tiene que inventarse por completo la frase, diciendo algo que Carver no dijo: “Estoy intentando escribir sobre ello.”

La arrogancia interpretativa es molesta, porque acabas leyendo no al poeta original, sino a cómo le interpretó el traductor. Peores son los casos en los que el traductor muestra su escaso dominio del inglés.

Los errores de traducción son clamorosos y en algunos casos hasta le cambian el sentido al poema. Empecemos por uno pequeñito. En “Bebiendo en el coche” cuenta que lo único que ha leído en los últimos seis meses es el “Retrato de Moscú” por Caulaincourt. Excelente, salvo que Carver había escrito “The Retreat From Moscow”, o sea “La retirada de Moscú”. Venga, digamos que es un error menor.

Bastante más gordo es el error en “Qué puedo hacer”, parte del cual transcribí antes. El autor, después de haber pasado revista a las reclamaciones de su ex-mujer y de sus hijos, enumera sus propios problemas. I. traduce: “… En este momento no soporto/ pensar que se ha roto un intermitente del coche. O que el remolque que creía haber pagado ya/ lo reclaman por falta de pago…” Problemas importantes, pero que se vuelven mucho más graves si uno los lee directamente en inglés: “… Just now I can’t bear to know/ about the car that blew another gasket./ Or the trailer I thought I’d paid for long ago,/ now foreclosed on…” Mi traducción: “…Simplemente ahora no puedo soportar enterarme/ de que al coche se le rompió otra junta de culata./ O que el remolque, que creía que lo había pagado hace mucho tiempo,/ lo han embargado”. Pues sí, es más jodido que se te rompa la junta de la culata, que puede costarte como 1.000 euros, que no un intermitente, que en muchos modelos no llega a los 20 euros. Asimismo no es lo mismo que te lo hayan embargado el remolque que te amenacen con hacerlo.

Llega un momento en el que la incompetencia de I. convierte un poema innovador en un poema absurdo y surrealista. Me refiero al poema que él traduce “La mirada de Kafka”. El poema habla mucho del tiempo, su jornada infinita de 8 o 9 horas laborales, cómo devora el tiempo salvaje en su ocio, la lentitud del tiempo fangoso… Transcribo los últimos versos del poema, que hablan de un viaje en tren, en la versión de I.: “… Ya no piensas más en el esfuerzo/ de la locomotora o en las colinas o/ en la casa de campo, sino en atribuir todo lo que ocurre/ a tu mirada y nada más. La mirada que come sin parar/ de tu mano. Luego lo revuelves. Y te lo llevas lentamente/ al oído con incredulidad.” Suena bastante raro, ¿verdad? Más raro es que I. haya traducido el original “watch” por “mirada” y no por “reloj” [en el poema Carver alude a uno de esos relojes de bolsillo antiguos]. Ese error le ha llevado a traducciones inverosímiles como la de “la mirada que come sin parar de tu mano” o lo de llevarse la mirada al oído. Resulta increíble que no se diera cuenta de que algo no cuadraba en el poema. Ahora leamos esas líneas con una traducción adecuada: “… Ya no piensas en el esfuerzo/ de la locomotora, o en las colinas, o/ en el paisaje llano [por cierto, aquí hay otro error garrafal: ha traducido “flat countryside”, que es “paisaje llano”, como “casa de campo”], sino que atribuyes todo lo que está ocurriendo/ únicamente a tu reloj. El reloj que continuamente tienes/ en la palma de la mano. Luego lo meneas. Y te lo llevas lentamente/ al oído incrédulo.”Así traducido, entendemos que Carver alude a un viaje en tren que se hace tan largo que llegas a preguntarte si tu reloj funciona como es debido.

En resumen, Carver como poeta impresiona, pero impresiona mucho menos en la edición bilingüe de Anagrama. Quienes sepan inglés, que se la compren y lean únicamente la parte en inglés y pasen de la traducción; o mejor todavía que se compren una edición de alguna editorial en lengua inglesa. Los que no sepan inglés, mejor que pasen de esta antología. Más vale no leer a Carver, que leerlo desfigurado.

 

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