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Blogs Bukubuku por Emilio de Miguel Calabia

Un político de otra pasta, ¿o no? (2)

Emilio de Miguel Calabia el

La campaña electoral de 2013 presenció nuevamente manifestaciones masivas en favor del PTI. El PTI insistió en la campaña en sus aspiraciones a crear un Estado del bienestar islámico. Los aspectos más novedosos de su plataforma fueron la campaña para terminar con el papel que Pakistán estaba jugando en la guerra contra el terror y la regulación de las tasas de las escuelas privadas. En muchos países del Sur Global existe el problema de que la mejor educación de calidad,- y a veces la única-, se imparte en las escuelas privadas, cuyas tasas las hacen inalcanzables a todos salvo a una pequeña minoría de privilegiados. En medio de la campaña Imran Jan convocó elecciones para el liderazgo del partido con el objetivo confesado de evitar que surgiesen en él dinastías políticas. La campaña se vió empañada por la caída más de tres metros de Imran Jan desde la carretilla elevadora a la que se había subido para arengar a los suyos. Hospitalizado, se perdió el final de campaña y debió cancelar nueve manifestaciones que, sin duda habrían propulsado aún más su voto.

El PTI fue el segundo en número de votos en 2013 (7.600.000 votos) y el tercero en número de escaños (35). En las elecciones provinciales conquistó la provincia de Jaiber Pajtunjuá (KP). Parte del atractivo de Imran Jan en KP son sus orígenes pashtunes. Aunque quedase en segundo lugar, el principal resultado de las elecciones fue que el PTI rompió la dinámica bipartidista, en la que el PPP y el PML(N) se turnaban en el poder.

Puede decirse que tras las elecciones de 2013 Imran Jan centró sus esfuerzos en prepararse y preparar a sus votantes para la siguiente campaña electoral. El PTI se convirtió en el partido que canalizaba el descontento de la población. Con el slogan “el cambio está viniendo” organizó grandes concentraciones ciudadanas. Entre el 14 de Agosto y el 17 de septiembre de 2014 organizó la Marcha Tsunami, también denominada el Movimiento Azadi (Movimiento por la Libertad), una marcha de Lahore a Islamabad, que fue acompañada de desobediencia civil y sentadas. Se trataba de una protesta contra el gobierno de Nawaz Sharif al que acusaba de haber cometido fraude electoral masivo. A la idea de la marcha se sumó el clérigo Muhammad Tahir ul-Qadri, del Pakistan Awami Tehreek que organizó la suya propia, independiente de la del PTI.

A esas marchas se sumó que por primera vez el PTI ejerció el poder, en este caso en KP y podía mostrar que su gobierno era diferente del PPP y del PML(N). El Ministro Principal en la provincia era Pervez Khattak, quien se alió con el islamista Jamaat-e-Islami, el Qaumi Watan Partyy y el Awami Jamhuri Ittehad Pakistán, que eventualmente se fusionaría con el PTI.

Hay que reconocer que el gobierno de Khatthak resultó innovador y eficiente. Logró presentar un presupuesto equilibrado y trató de poner fin a la discriminación educativa que sufrían las mujeres utilizando para ello su alianza con partidos islamistas. En el terreno de las infraestructuras construyó presas para controlar las inundaciones y generar electricidad a pequeña escala para áreas rurales remotas. Trató de mejorar la sanidad pública, sobre todo de los más desfavorecidos, y luchar contra la corrupción, especialmente en la policía. Finalmente trató de industrializar la provincial mediante la creación de polígonos industriales.

El PTI concurrió a las elecciones de 2018 con grandes expectativas. El año anterior había hecho campaña contra Nawaz Sharif del PML(N), que figuraba de manera prominente en los papeles de Panamá. Eventualmente el Tribunal Supremo prohibió a Nawaz ocupar cargos públicos. Aunque al inicio de la campaña el PML(N) figuraba como vencedor, el Ejército le tenía enfilado y eso, unido a algunos errores tácticos, hizo que fuera perdiendo posiciones.

El PTI se presentó como un partido antiestablishment con su plataforma conocida: convertir a Pakistán en un estado de bienestar modelo basado en el socialismo islámico (no sé cómo se lo tomarían los grandes industriales, que tienen mucho peso en el país) y lanzó con gran fanfarria su agenda de reformas y desarrollo para los primeros 100 días de su gobierno, en caso de ganar las elecciones. Prometió cambios en la estructura de Pakistán como la integración de FATA (Áreas Tribales Administradas Federalmente) en KP, la mejora de la situación en la marginalizada Baluchistán, la mejora de la seguridad en Karachi con la persecución de sus mafias y la creación de la provincia de Punjab del sur.

Prometió también que eliminaría la discriminación religiosa contra las minorías pakistaníes. Dijo que Pakistán sería una democracia islámica centrada en la igualdad y prometió mejorar la gobernanza y luchar contra la corrupción en el sector público. En el terreno económico prometió un crecimiento económico inclusivo, que incluiría la creación de empleo y el acceso a la vivienda. También le dio una pensada a la agricultura, que con un 24% de contribución al PIB es el principal sector económico del país. Aquí su actividad principal se centraría en la construcción de presas, que ayudasen a la generación eléctrica y a la irrigación y una adecuada gestión del agua, en un país en el que varias de sus regiones sufren de escasez de agua de forma persistente.

En las elecciones el PTI logró 16,9 millones de votos, el 31,82% de los sufragios, la mayor cantidad que nunca haya recibido ningún partido pakistaní. Esos votos se convirtieron en 149 escaños en una asamblea de 342. En un distante segundo puesto quedó el PML(N) de Shehbaz Sharif, con 82 escaños, después de haber perdido 84 de los que tenía anteriormente. El PPP quedó tercero con 42. La victoria del PTI también se reflejó en las provincias. En KP revalidó y amplió su mayoría y conquistó el gobierno de Punjab. En Sindh se convirtió en el principal partido de oposición y obtuvo una buena representación en Baluchistán.

La mayoría de Imran Jan no era lo suficientemente abultada como para no correr el peligro de que el PML(N) y el PPP se unieran y con el apoyo de algunos partidos menores conseguir el Primer Ministerio. Para convertirse en Primer Ministro Imran Khan tuvo que recabar los apoyos de una turbamulta de partidos: el MQM-P (Muttahida Qaumi Movement-Pakistan), un partido nacionalista y secular de tendencias sociales; el PML(Q) (Pakistan Muslim League-Quaid-e-Azam), un partido centrista y nacionalista; el BAP (Balochistan Awami Party) formado por disidentes del PML(N) y del PML(Q); la Gran Alianza Democrática, una alianza electoral de varios partido; la Liga Awami Musulmana, partido centrista. A estos se fueron uniendo otras pequeñas formaciones y candidatos independientes, a medida que el PTI olía a victoria. Con estos apoyos el 18 de agosto de 2018 Imran Jan fue ungido Primer Ministro. Controlaba 180 escaños de los 342 de la Asamblea; suficiente, pero un poco justito. Un mes después, uno de los miembros fundadores del PTI, Arif Alvi, fue elegido presidente de la república islámica de Pakistán por 353 votos de 432, en una votación conjunta de la Asamblea Nacional y del Senado.

 

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