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Qué pasa cuando se tiene resistencia a la insulina y qué cambios en las comidas se deben hacer

Qué pasa cuando se tiene resistencia a la insulina y qué cambios en las comidas se deben hacer
Elisa Escorihuela el

La resistencia a la insulina es una afección donde se altera el correcto funcionamiento de los mecanismos que regulan la glucosa. Su desarrollo está relacionado con un incremento en el riesgo de sufrir determinadas patologías como las enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo II, hígado graso, hipertensión arterial, obesidad visceral y, en definitiva, todas las afecciones que desembocan en un síndrome metabólico comprometiendo nuestra salud.

¿Qué es la insulina?

La insulina es una hormona polipeptídica. Se produce en el páncreas, concretamente en las células beta pancreáticas situadas en el islote de Langerhans, con la finalidad de contrarrestar el aumento de glucosa en sangre. Podríamos decir que la insulina se encarga de mantener estables los niveles de glucosa en sangre contrarrestando estos aumentos.

Cuando esto ocurre, es comunicado por los glucorreceptores, situados en los tejidos diana del hígado, músculo esquelético y de los adipocitos. De esta forma, se secreta insulina y se estimula la captación de glucosa al interior de las células a través de un receptor (GLUT4). Esta glucosa que pasa al interior celular puede almacenarse en forma de glucógeno en caso de exceso de energía en el organismo o utilizarse para la producción de energía (ATP). Por lo tanto, la insulina impide la utilización de ácidos grasos como fuente energética inhibiendo la lipólisis.

Qué pasa cuando se reduce la sensibilidad a esta hormona

Cuando un individuo padece resistencia a la insulina, esta hormona no ejerce correctamente el efecto comentado en el organismo, dando lugar a una disminución de la sensibilidad en los diversos tejidos en los que actúa  e impide el paso de la glucosa al interior celular. Esta situación en el organismo promueve niveles altos de glucosa en sangre y una hiperinsulinemia prolongada que intenta contrarrestar esa elevación de la glucemia. 

De esta forma, se propicia un almacenamiento excesivo de energía y una serie de alteraciones que contribuyen al desarrollo de patologías como:

  • Diabetes tipo II
  • Aumento de peso
  • Incremento de grasa visceral en el individuo que la padece

¿Cómo podemos identificarla?

El HOMA-IR (Homeostasis Model Assesment) es un parámetro que permite identificar si un individuo padece o no de resistencia a la insulina. Este parámetro se obtiene de una fórmula matemática que tiene en cuenta los marcadores analíticos de glucemia en ayunas e insulina, evaluando la función de las células β, la resistencia a la insulina y la sensibilidad a la insulina a partir de concentraciones de glucosa basal e insulina o C-péptido.

¿Qué consecuencias puede traer al organismo?

  • Desarrollo de Diabetes Mellitus tipo II
  • Inflamación sistémica
  • Incremento de peso y de grasa visceral
  • Hipertensión arterial
  • Aumento de triglicéridos

Consejos nutricionales

Para evitar el desarrollo de un estado hiperglucémico y desarrollar una sensibilidad a la insulina, va a ser primordial adaptar la alimentación a las necesidades individuales, evitando ingerir una cantidad excesiva de energía que propicie un aumento de peso y, sobre todo, evitar picos elevados de glucosa en sangre. Para ello es imprescindible:

  • Adaptar los hidratos de carbono a los requerimientos energéticos individuales.
  • Evitar alimentos con un alto índice glucémico.
  • Sustituir las harinas blancas y pastas por cereales integrales y legumbres, adaptando y moderando las raciones. 
  • Evitar la bollería industrial y el azúcar simple.
  • Realizar actividad física diaria y alejarse de una vida sedentaria.
  • Reducir al máximo los hábitos tóxicos como el alcohol y el tabaco.
  • Priorizar y basar la alimentación en un patrón cardiosaludable: con el consumo de verduras, hortalizas, proteínas como carnes magras, pescados azules, legumbres, cereales integrales, frutos secos y frutas.
  • Descanso de calidad.

Como siempre, te recomiendo la individualización. Si te han diagnosticado resistencia a la insulina, personaliza tu alimentación, cambia los hábitos que pueden estar contribuyendo a esa situación, la ayuda de la alimentación siempre será clave en estos casos.

 

Elisa Escorihuela Navarro

Nutricionista y Farmacéutica

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