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Blogs Aula de nutrición por Elisa Escorihuela

Qué es la dieta BRAT y por qué se hace si duele la tripa

Qué es la dieta BRAT y por qué se hace si duele la tripa
Elisa Escorihuela el

La gran popularidad que han alcanzando las redes sociales en los últimos años, han hecho que cada vez sean más las personas que acuden a ellas a buscar información sobre alimentación, remedios caseros e incluso en muchos casos consejos médicos, cosa que puede ser muy peligrosa para aquellas personas que no contrastan la información con evidencia científica.

Cuando indagamos sobre salud intestinal o problemas estomacales en este tipo de publicaciones, una de las palabras que más está apareciendo durante los últimos meses es el acrónimo BRAT

Seguro que no son pocas las veces que con un virus estomacal o dolor de tripa nos han recomendado llevar una alimentación a base de arroz blanco, manzana asada o pan blanco. Y es que estos consejos han ido pasando de generación en generación como remedio natural para calmar los síntomas intestinales.

Una alimentación similar, en los países anglosajones recibe el nombre de dieta BRAT: Banana, Rice, Applesauce, Toast.

Pero, ¿En qué consiste este tipo de dieta? ¿Es aconsejable hacerla siempre que estemos malitos o notemos que algo nos sienta mal? ¿Es una dieta revolucionaria que va a solucionar todos nuestros problemas intestinales? Hoy haremos una pequeña revisión de que es exactamente esta dieta que tanta popularidad está alcanzando.

La dieta BRAT sostiene que cuando estamos malitos del estómago, solo debemos alimentarnos de los ingredientes que forman la palabra: banana, arroz blanco, puré de manzana y tostadas de pan blanco.

Cierto es que son alimentos muy fáciles de digerir, de textura suave y tienen poder astringente por sus altos niveles de pectinas, almidón y taninos, por lo que pueden aliviar los síntomas durante un trastorno gástrico pero no van a solucionar el problema de raíz.

Aunque sean alimentos nutritivos no podemos llevar una alimentación basada en estos ingredientes de forma prolongada ya que también vamos a necesitar proteínas, grasas y otros nutrientes. Podría ser un punto de partida para los primeros días pero tendríamos que ir añadiendo más alimentos de fácil tolerancia, al final, el objetivo es llevar una dieta temporal (con fecha de caducidad) que haga que nuestro sistema digestivo trabaje lo menos posible. Ya que si lo alargamos puede dar origen a diferentes carencias por ser una alimentación con muy poca variedad de nutrientes.

Es decir, podríamos considerarla para 2-3 días que puede ser el tiempo en el cual se va recuperando nuestro aparato digestivo, si en este plazo de tiempo la sintomatología no mejora es aconsejable acudir a un profesional para estudiar cuál es el problema y llevar un mejor seguimiento, porque sin duda es necesario saber el origen del malestar.

Una vez transcurridos esos 2 o 3 días de “vacaciones del tracto digestivo”, teniendo en cuenta la tolerancia, debemos introducir más variedad de alimentos hasta que podamos volver a tener una alimentación variada y equilibrada. Se pueden ir incorporando alimentos de fácil digestión como el calabacín, la zanahoria, la patata, carnes poco grasas, pescados blancos, la clara del huevo y así, poco a poco alcanzar una alimentación variada.

Además, no debemos olvidar que una de las primeras complicaciones tras problemas gástricos es la deshidratación, por lo que durante todo el proceso es aconsejable que vayamos hidratándonos con pequeños sorbitos de forma frecuente para evitar náuseas o vómitos y si es necesario, que suele serlo, recurrir a fórmulas farmacéuticas de sueros para mantener la correcta concentración de electrolitos que se ve comprometida en procesos de gastroenteritis.

Es importante tomar conciencia de que esta dieta no vale para todo el mundo, el tratamiento siempre tiene que ser personalizado e individualizado por lo que en estos casos siempre es mejor acudir a un profesional, en primer lugar tu médico, que tratará de localizar el problema base y tu nutricionista que adaptará esa alimentación sin que por ello sufras ninguna carencia nutricional. 

Un apunte más para recordarte que en mi libro ‘Dietoterapia’  te cuento que afecciones tan comunes como las intolerancias, las alergias, la diabetes, el colesterol, la endometriosis y la hipertensión arterial pueden combatirse en parte gracias al conocimiento y la práctica de hábitos alimenticios específicamente pensados para ello.

Elisa Escorihuela Navarro

Nutricionista y Farmacéutica

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Nutrición
Elisa Escorihuela el

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