Álvaro Anguita el 07 jul, 2013 La semana pasada, la marca de tequila El Jimador organizó un evento para algunos afortunados bloggers, y yo, por suerte, era uno de ellos. No tenía muchos más datos que el lugar y la hora de la quedada, pero me pareció que podría estar bien y decidí pasarme. Justo antes de entrar pude desvirtualizar a Álvaro de We Love Advertising, con quien estuve hablando del sector publicitario y de algunas de las últimas acciones del mundillo. Cuando estábamos entrando, ambos coincidimos en lo inexpertos que nos considerábamos en la materia de los destilados -A mí de hecho solo me venía a la cabeza la mítica cancioncilla- Por lo que tendríamos los ojos bien abiertos. Manos a la obra. Todo estaba listo. Al entrar, nos esperaban con bebidas para atajar un poco el calor que llevaba tiempo ya golpeando Madrid, y nos invitaron a tomar asiento. Entre los invitados pudimos disfrutar de la compañía de Cup of couple, Martín de Madrid diferente, J.L. Díez de GQ, Lucía de Vanidad o La macedonia de Mariola, entre otras. La verdad es que no recuerdo una bienvenida tan eficaz para romper un poco el hielo y ‘entrar el calor’ en mucho tiempo. Nada más llegar: Chupito de tequila. Mientras tanto, un conocedor del tema nos iba deleitando con los orígenes de este tipo de alcohol y algunas de sus ‘leyendas negras’, que sacaron varias carcajadas entre los presentes. ”Mucha gente siempre dice que el Tequila les sienta mal… Esa gente que salió a cenar y tomó cuatro cervezas. Después, una botella de lambrusco. Al terminar, un orujo de hierbas, cuatro copas de ron y un chupito de tequila. Y claro, el malo es el tequila’. Aprendimos -o al menos, lo intentamos- a desgustar y a diferenciar si el alcohol que tenemos en la copa es bueno, o por el contrario algo turbio. Mientras tanto, iban sacando algunos manjares típicos de méjico para saciar el hambre de aquellos inexpertos catadores. Una delicia, la verdad. Ahí me di cuenta de que los burritos que nos hacemos en casa no se parecen demasiado a los que hacen allí. Después, tuvimos que ir saliendo a la palestra para hacer cada uno un cóctel. A mí me tocó hacer el Ginger Smash. (Paloma C.) La verdad es que pensaba que me saldría bastante peor, pero al final si vas siguiendo los ingredientes al pie de la letra, cualquiera puede sentirse un pequeño coctelero por algunas horas, ideal para fardar en casa. Por si os animáis a intentarlo: En un vaso tipo Highball se introduce el zumo de limón, el pomelo, el jengibre y el azúcar. Se majan todos los ingredientes. Se disuelve bien el azúcar y se añade El Jimador Reposado. Se llena el vaso con hielo pilé y se mezcla bien. Para terminar, se decora con un par de rodajas de jengibre. 2,5 Cl. zumo de limón. ½ pomelo rosa pelado y troceado. 3 rodajas jengibre. 2 c.c. azúcar 5 Cl. El Jimador Reposado Sinceramente, creo que las marcas que organizan acciones ofreciendo una experiencia sensorial tienen una fe ciega en su producto. Confían en él. De lo contrario, si pensaran que su producto no es muy bueno, ¿quién lo haría? ¿Quién organizaría un evento? Nadie. Sería cavar su propia tumba. Me vienen a la cabeza las marcas que se gastan muchos millones en publicidad genérica, pero que realmente distan mucho de impactar al consumidor porque les falta ‘ese algo’. Y ese algo podría ser una cata en el caso de bebidas, una demostración al aire libre de un detergente, o una persona que te deja probar el producto en un supermercado… Este tipo de cosas, ideal para los productos que están buscándose un nicho. Está claro que este tipo de acciones son más costosas y se llega a mucha menos gente, pero se llega de verdad. No digo que una marca se centre plenamente en esto, porque sería imposible, pero sí que incluyan este tipo de experiencias. Gracias a Cup of Couple por las fotos. Aquí os dejo una de ellas terminando mi Ginger Smash, y recibiendo alguna ayudita… ¡Va por ustedes! -Sígueme en twitter-. Otros temas Tags catadeelJimadortequila Comentarios Álvaro Anguita el 07 jul, 2013