La emotividad y la ternura en publicidad han sido desde siempre unos recursos muy utilizados en el mundo comercial. Se puede decir que rompe muchas barreras a la hora de llegar a la mente del espectador. Refuerza el recuerdo del producto, hace viral tu spot o tu gráfica, y un sin fin de beneficios que lo hacen muy apetecible para las grandes marcas. El recurso es una joya en bruto, pero si no se utiliza correctamente y no es coherente a a tu marca en general y al anuncio en particular… Solo es una bonita historia. (La cabecera, por ejemplo, es una gráfica genial del Pan de molde Harry’s. ‘Suave y agradable’)
Llevo varios días dando vueltas por la red y he leído comentarios en infinidad de blogs, tweets y sites acerca del mismo tema: El anuncio ‘Giving’. Un emotivo spot de una empresa de telecomunicaciones tailandesa (True Move H) que cuenta ya con más de 10 millones de visualizaciones en tan solo una semana.
A medida que leía, me iba quedando más y más impactado con las afirmaciones sobre el anuncio: “Giving: El anuncio tailandés que te hará llorar”. ‘Está conmoviendo al mundo’. ‘El viral que enterneció las redes sociales’, hasta incluso ‘Si logras ver este video publicitario sin llorar, entonces ganas’. Bueno, bueno… Expectativas por las nubes. Tomé asiento, me enfundé mis auriculares y saqué unos Kleenex. Lo vi, lo volví a ver… Y gané. De hecho, gané de paliza.
A Spielberg no sé qué le pareció el vídeo, pero a mí a duras penas me causó sensación alguna. Puede ser que tenga una opinión totalmente distinta a la mayoría de la gente, pero os aseguro que no es por falta de emotividad -Lloré las 35 veces que vi el Rey León-. Me pareció predecible desde el primer segundo. Eché mucho en falta algo de coherencia… No sé, alguna relación con la compañía telefónica que costeó el comercial. Porque eso es otro tema. Hágame un favor: Intente no leer las frases de arriba, y por favor, respóndame a esta pregunta:
¿Se acuerda del nombre de la empresa que se promociona aquí? Ah… Yo tampoco.
Este spot es una buena historia, pero no sé si llegaría al punto de ser buena publicidad. Me parece que ‘Dar es la mejor comunicación’ es un eslogan metido con calzador para buscar un poco de la coherencia que brillaba por su ausencia, porque no olvidemos que la esencia de un anuncio es puramente comercial, y si no sabemos quién está detrás del anuncio… Complicado. Me ha recordado mucho a una historia que me encanta, no como anuncio, sino como historia. Soy muy fan de las emociones en la publicidad y os recomiendo vivamente emocionaros (que no llorar) con este spot de Pantene: ‘La joven violinista’.
Éste, sin embargo, puede ser un buen ejemplo de una perfecta sintonía entre ambas. Un buen uso de las emociones en publicidad, coherente con la marca y con el eslogan. Un anuncio que me parece una buena historia y un buen spot. No es una obra maestra, pero es eficaz como si lo fuera. Indigo – ‘La lectura inspira a los niños’. -Sígueme en twitter-.
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