Grecia es un país pequeño y su comunidad hispana, diminuta. Por eso, cuando se oyó la noticia de que Eusebi Ayensa, el director del Instituto Cervantes de Atenas entre 2007 y 2012, y posteriormente director del centro de Frankfurt, había sido destituido de forma fulminante de este último puesto en el 2013 por irregularidades cometidas en Atenas, todo el mundo se sorprendió. Ayensa había sido (y es todavía, por supuesto) un gran trabajador, se había ocupado de la compleja “mudanza” del Cervantes de Atenas a un céntrico edificio de fachada neoclásica pero hiper moderno por dentro a pocas manzanas de la Plaza de la Constitución. Y durante su estancia en la capital no cesaron las actividades culturales del centro. Hay que recordar además que Atenas era –porque estamos hablando de años antes y a principios de la crisis– uno de los centros con mas alumnos de Europa.Durante esos años el Cervantes de Atenas contaba con mas de dos mil matrículas anuales y era además, el centro con mayor número de candidatos a obtener el Diploma de Español como Lengua Extranjera (DELE), que expide el Instituto. Nada menos que cinco mil aspirantes en toda Grecia se matriculaban cada año para realizar los exámenes correspondientes en distintas ciudades del pais. Y eso porque el español se ha convertido en un idioma extranjero importante, ya optativo en la enseñanza secundaria a partir del 2009 y existe un departamento de Lengua y Filología Hispánica en la Universidad de Atenas.
Esta es la fachada y el interior del edificio en cuestión
y una foto de Ayensa en el Instituto Cervantes ya inaugurado
Ayensa y el entonces administrador del centro, Adrián Bautista, habían sido acusados de falsedad de documento público y prevaricación al existir supuestamente irregularidades en el tema de la contratación, en julio del 2008, del nuevo edificio del centro, situado en la calle Mitropóleos número 23. Los dos firmaron el contrato por el que se pagarían 79.000 euros a partir del 1 de Enero del 2009 (el centro es enorme, tiene nada menos que casi 3.000 m2, 14 aulas, una biblioteca con 20.000 volúmenes, mas cds y revistas, un auditorio y una sala de exposiciones). Las obras para adecuar el local fueron de casi 3 millones de euros y aunque en principio las tendría que pagar el estado español, al final se modificó el contrato y se pagaron a medias entre el estado español y el dueño, mientras que el dueño tambien devolvió los alquileres cobrados mientras el edificio aún no estaba terminado. El edificio anterior, en la calle Skufá, era propiedad del estado español (y antigua residencia de la Embajada) pero mucho mas pequeño e incómodo: obligaba a alquilar aulas en edificios cercanos debido al elevado número de alumnos.
Esta nueva sede del Instituto Cervantes de Atenas fué inaugurado por la Reina Sofía en Mayo del 2010. Y lo hizo acompañada por el entonces Ministro de Cultura griego, Pávlos Yerulanos, la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez y la Directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel.Lo pueden ver en este video de rtve: http://www.rtve.es/alacarta/videos/programa/reina-sofia-viaja-atenas-para-inaugurar-nueva-sede-del-instituto-cervantes/776664/
y aquípueden ver a la Reina Sofía con Carmen Caffarel y el encargado de la Biblioteca, Jose Francisco Pérez
Volviendo al caso que les contaba, el Instituto Cervantes llevó a juicio a Ayensa y Bautista años después, en el 2012, por presunta ocultación del segundo contrato y cesó a Ayensa en Frankfurt mientras que despidió a Bautista que era administrador en el centro de París.
Tras declarar los dos acusados ante la Sección Tercera de la Audiencia Nacional y más concretamente ante el juez Javier Gómez Bermúdez, el Fiscal consideró que el segundo contrato incurría en falsedad y el Abogado del Estado representando al Cervantes denunció que se ocultó este segundo contrato a los responsables del Instituto Cervantes, que solo tuvieron conocimiento de su existencia tras el relevo del director, en 2012.
Tras estudiar todos los documentos y declaraciones presentados, la Audiencia llegó a la conclusión de que el cambio de contrato (que fue autorizado verbalmente por altos cargos del propio Instituto Cervantes) no representó “perjuicio económico alguno” para el Instituto Cervantes. De hecho, era únicamente un cambio de naturaleza contable, ya que el alquiler pagado se convirtió en inversión en edificio alquilado. El estado español no perdió dinero y los dos acusados han sido declarados inocentes, primero en el auto dictado por la Sección Tercera de la Audiencia Nacional y después por la Sala de lo Penal del Supremo, que ha confirmado, por unanimidad, el sobreseimiento libre de la causa.
Será el Abogado de Estado que representó al Instituto Cervantes quién deberá pagar los costes del proceso.
Pueden leer mas sobre el caso aquí, tras la sentencia de la Audiencia Nacional : http://docpublicos.ccoo.es/cendoc/040623NuevoVarapaloInstituto.pdf
Pero me pregunto yo qué precio tiene el haber destruido la trayectoria laboral y el honor personal de dos funcionarios … por muy inocentes que hayan sido declarados muchos meses después del inicio de este proceso.
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