Ante el Parlamento esta mañana , el Primer Ministro socialista griego Yorgos Papandreu anunció que los peores temores se han confirmado sobre la economía griega, tras la visita de los especialistas europeos .
Tras tres días de revisar las cuentas del estado helénico , el veredicto de los “inspectores” de la UE ( bueno, de hecho del Fondo Monetario Internacional, de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo ) es claro: faltará dinero público para conseguir limitar el despilfarro estatal y reducir el déficit en cuatro puntos procentuales este año para alcanzar el 8,7% del PIB. El programa de estabilidad anunciado por el gobierno no basta. Y el país está siempre bajo sospecha , ya que supuestamente distintos gobiernos griegos han “camuflado” sus problemas económicos en sus estadísticas y nada menos que desde el 2001.
Papandreu en su intervención ante el hemiciclo aprovechó para echar toda la culpa al anterior gobierno, el conservador de Nueva Democracia, y declaró :”El daño es incalculable, no sólo financiero y fiscal y afecta también a la posición del Estado Heleno”. El que mencione en el parlamento que el deber del gobierno es olvidarse del coste político y únicamente considerar la supervivencia del estado es significativo:”Las políticas del pasado hacen necesario acometer cambios brutales y reducir los privilegios acumulados “. Eso traducido en la práctica anuncia no solo las actuales congelaciones salariales del sector público y reducción de complementos salariales, sino el aumento del IVA en uno o dos puntos, la reducción o desaparición del 14o.sueldo y el aumento de la edad de jubilación , entre otras sugerencias que se discuten ahora en Atenas. Todas con alto coste político, todas dolorosas . Y todas imprescindibles por lo que parece.
A principios de la semana que viene, con la visita a Atenas del Comisario de Asuntos Económicos Olli Rehn, Papandreu anunciará las nuevas medidas . Saliendo adelante de las protestas que provocarán, sobre todo con el resto de la izquierda , ha dicho bien alto :”¿Dejaremos que el país entre en bancarrota o haremos algo?¿Dejaremos que nos estrangulen los especuladores o tomaremos el timón en nuestras manos?”. Y ha dejado claro que espera la solidaridad prometida por la Unión Europea si su país se comprometía y efectuaba su reforma. Tema que seguro tratará en su viaje a Berlín inmediatamente después, invitado por Angela Merkel.
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