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Blogs Ventana al cerebro por Cátedra en Neurociencia

¿Por qué te importa tanto lo que piensan los demás?

Una señal de “error de predicción social” en el cerebro nos lleva a apoyar la decisión del grupo frente a la nuestra

¿Por qué te importa tanto lo que piensan los demás?
Cátedra en Neurociencia el

Por Denisa Lupu, alumna del máster en Neurociencia de la UAM

Un mecanismo cerebral hasta ahora desconocido compara la decisión que creíamos que iban a tomar los demás con la que han tomado realmente. Y cuando lo que observamos no coincide con lo que esperábamos, aparece en una estructura cerebral conocida como putamen una señal de “error de predicción social”, que juega un papel determinante a la hora de incentivarnos a suscribir la decisión del grupo, en vez de apostar por la propia, cuando estas son diferentes.

Si alguna vez te has preguntado por qué nos dejamos llevar por lo que opina el grupo en lugar de por nuestra propia intuición, aquí tienes la respuesta:

“A la hora de enfrentarse a una situación novedosa y tener que tomar una decisión, el cerebro tiene en cuenta su propio aprendizaje de experiencias personales pasadas y el aprendizaje social que adquiere observando las decisiones que toman los demás en ese mismo contexto y sus consecuencias”

Al menos eso es lo que aseguran, en un artículo publicado en Science Advances,  Lei Zhang y Jan Gläscher, del Instituto de Neurociencia de Sistemas de Hamburgo (Alemania), que han descubierto las redes cerebrales encargadas de computar los factores personales y sociales que nos motivan a tomar una decisión en un contexto novedoso.

Estas valoraciones se llevan a cabo en regiones cerebrales diferentes, pero la información extraída de ambas acaba confluyendo en una tercera región conocida como unión temporoparietal derecha. Esta región se ha relacionado con la Teoría de la Mente y otros procesos de computación cerebral, y en este caso es la encargada de ponderar tu propia decisión con la decisión que toman los demás. Los autores muestran que es la interacción entre la unión temporoparietal derecha y el putamen la que acaba induciendo un cambio comportamental, para que adoptemos la decisión del grupo ante una situación incierta.

En el experimento, los investigadores dividieron a 185 voluntarios en grupos, a los que fueron mostrando dos símbolos abstractos diferentes por ronda. Los participantes debían apostar individualmente por aquel símbolo que creían que escondía una recompensa mayor. Tras su decisión, podían ver lo que habían elegido sus compañeros de grupo y mantener o cambiar su apuesta inicial según lo que habían visto. Los voluntarios cambiaban su opción más frecuentemente cuando esta no coincidía con la de los demás, mientras que coincidir con la mayoría hacía que aumentara su confianza y su apuesta por la opción elegida.

Sorprendentemente, el símbolo escogido por el grupo solía esconder una recompensa mayor, demostrando que el aprendizaje social es más eficiente para adaptarse a situaciones cambiantes e inciertas. Los investigadores registraron la actividad cerebral en tiempo real de algunos de los integrantes de cada grupo, mediante resonancia magnética funcional, lo que les permitió trazar el mapa de actividad neural de la toma de decisiones.

Una vez identificada la red, los siguientes pasos irán encaminados a “interrumpir parte de la misma utilizando técnicas de estimulación cerebral no invasivas y determinar cómo se alteran los comportamientos y las estrategias de computación en la toma de decisiones sociales”, afirma Gläscher.

 

Entendiendo el cerebro
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