ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs Tras un biombo chino por Pablo M. Díez

Acrobacias españolas en el circo chino

Pablo M. Díez el

Por la espectacularidad y complejidad de sus números, las inverosímiles acrobacias chinas atraen cada año a numerosos equilibristas y funámbulos de todo el mundo que acuden a este país para conocer sus secretos mejor guardados. Es el caso de Borja Vivas, un joven barcelonés de 25 años que es el único español que está formándose en la célebre Compañía Nacional de Acrobacias de China.
Su academia, de donde salen los mejores especialistas, es el último destino en el que ha recalado Vivas, un trotamundos que ya ha pasado por varios centros de Cataluña como la Escuela de Estudios de Teatro y la Escuela del Timbal. “Allí hice un curso de clown con Merche Ochoa”, recuerda el joven, quien empezó a practicar acrobacias a los 18 años en la Escuela Los Hatenas.
Tras adquirir una gran habilidad en los ejercicios verticales, de saltos y aéreos, Vivas tuvo la oportunidad de actuar en el Forum de Barcelona, formando parte de la compañía Infima Lapuça.

Con la experiencia adquirida en este evento, y gracias a su más que probada flexibilidad, dio un nuevo salto en su vida que le llevó a Palestina en 2005. En este castigado territorio tan necesitado, entre otras cosas, de sonrisas desembarcó con “Payasos sin Fronteras” para aportar un poco de esperanza y diversión a los niños que sufren el largo conflicto que enfrenta a israelíes y palestinos.
Un año más tarde, y con la misma ONG, hizo el petate, cogió su peluca y su nariz postiza y enfiló hacia la otra punta del planeta en dirección a Guatemala, donde permaneció hasta julio de 2006 haciendo reír a los más desamparados.
Fue en ese momento cuando, tras regresar a España, optó por dar a su existencia otro giro propio de un contorsionista. “Estaba buscando algo nuevo en el campo de las acrobacias, por lo que decidí que tenía que venir a China porque éste es el mejor país para aprender, junto a Rusia y Cuba, gracias a su larga tradición”, relata convencido de que “aquí puedo aprender algunos números únicos en el mundo que no habría descubierto en ningún otro sitio”.
Entre ellos, destaca la esforzada actuación en el doble mástil en la que se está especializando, que consiste en impulsarse un metro de un palo a otro ayudándose sólo con la fuerza de las piernas. Para ello, entrena casi nueve horas diarias siguiendo la sacrificada rutina a la que están acostumbrados los acróbatas chinos, quienes suelen empezar de niños porque heredan el oficio de sus padres.
“Estos ejercicios son visualmente muy bonitos, pero también muy dolorosos”, confiesa Vivas, quien se ha marcado como objetivo “dominar a la perfección el doble mástil para intentar entrar en el prestigioso Cirque du Soleil”, el próximo salto de este especialista español en acrobacias chinas.

Otros temas

Tags

Pablo M. Díez el

Entradas más recientes