Cuando un portaaviones de la US Navy se desplaza a una zona de operaciones hay que prestarle atención. Y más aún si en su periplo de siete meses por el Mediterráneo, el golfo Pérsico, el océano Índico, el mar del Sur de China o el océano Pacífico le acompaña una fragata española como uno de sus buques de escolta.
Se trata de la Méndez Núñez (F-104), con una dotación de 215 marinos que tienen su base en Ferrol. Como explica su comandante, el capitán de fragata Antonio González del Tánago, «nuestra misión es proporcionar capacidad de defensa al portaaviones Abraham Lincoln, llevar a cabo distintos cometidos de seguridad marítima y garantizar la libertad de navegación y de comercio».
Junto a las «100.000 toneladas de diplomacia estadounidense» y sus 85 aeronaves a bordo (los caza F-18 son la punta de lanza), la fragata española se ha unido al Grupo de Combate 12 de la US Navy que además lo componen los destructores de misiles guiados Nitze, Mason y Bainbridge, el crucero de misiles guiados Leyte Gulf, el buque logístico Arctic y, asunto secretísimo, al menos un submarino que vela por la seguridad de la flotilla en las profundidades marinas.
Escala en Mallorca
Visible desde el paseo marítimo de Palma de Mallorca, esta semana recaló en la bahía el portaaviones Lincoln, cuyo poderío militar «sedujo» a autoridades locales la noche del martes durante una recepción oficial en uno de sus hangares. Dos cazas F-18 Super Hornet y las banderas de España y EE.UU. sirvieron como «atrezzo» para la ocasión. Un portaaviones es una «embajada» de EE.UU. allá donde recale. La misión de la fragata Méndez Núñez junto al grupo de combate estadounidense llega en medio de una campaña electoral. Y, claro está, no se ha pregonado en exceso por parte del Ministerio de Defensa. A ello hay que sumar que fue aprobada por el anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Eso sí, el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general Fernando Alejandre, y el jefe de la Armada Española, almirante Teodoro López Calderón, sí aterrizaron en el portaaviones estadounidense en una visita privada. Fueron invitados por el embajador estadounidense, Duke Buchan III.
«Este despliegue es también un claro compromiso de España y Estados Unidos en favor de la paz y estabilidad mundial», declaró el comandante de la Méndez Núñez en una rueda de prensa junto al comandante del Grupo de Combate 12 de la US Navy, el contraalmirante John Wade.
Más allá de las generalidades sobre la misión, poco o nada se ha informado de los ejercicios u operaciones concretas que tiene previsto realizar el portaaviones Abraham Lincoln y la escolta de buques que le acompaña. «Algunos están en proceso de planeamiento», informa el capitán de fragata González del Tánago. En qué puertos o base recalará también es cuestión secreta.
Zonas calientes
No obstante sí se conoce el itinerario general: todo un recorrido por la mayoría de las zonas «calientes» geopolíticas del momento. En el Mediterráneo, con el escenario libio en auge y el sirio latente, el Grupo de Combate 12 afrontará la cada vez mayor presencia de la Armada rusa, que dispone de una base en Tartus (Siria) y con una hiperactividad de submarinos que bien preocupa a la OTAN.
El paso del canal de Suez será un punto álgido por las especiales condiciones de seguridad que conlleva. Sobre todo desde que hace seis años yihadistas atacasen con lanzacohetes a un buque mercante.
Tras este paso, el estrecho de Bab al-Mandab posicionará al portaaviones Lincoln y a sus buques de escolta ante el escenario de la guerra de Yemen, donde una coalición liderada por Arabia Saudí -socio estratégico de EE.UU.- libra una guerra contra los hutíes apoyados por Irán.
Luego vendrá el escenario del golfo Pérsico, donde también actuará el portaaviones en diversas misiones de cooperación de defensa y, si así lo ordena Donald Trump, de ataque en algún conflicto. Obama ya empleó los cazas F-18 de sus portaaviones para iniciar los primeros ataques contra el Daesh en Irak. En EE.UU. hay un dicho: cuando hay una crisis en el mundo la primera pregunta que se hace el presidente de EE.UU. es ¿dónde están los portaaviones?.
Pero sin duda, el escenario más caliente -y ya es decir- al que puede enfrentarse la flotilla, y en ella la fragata Méndez Núñez, es el mar del Sur de China, donde el portaaviones Abraham Lincoln llevará a cabo unas maniobras conjuntas con la Armada de a India y países con intereses en la zona. En el horizonte, la preocupación por el expansionismo de China en la región y la construcción de islas artificiales así como de otras de las que se adjudica su soberanía.
Ya en San Diego (California), donde se les espera para el 31 de octubre. La fragata española volverá a España por el canal de Panamá y circunnavegarán el mundo: el marino Juan Sebastián Elcano y su hazaña «in memoriam».
¿De quién depende el mando?
Durante su despliegue de siete meses la fragata española «atenderá a lo que se planea y conduce desde el Grupo de Combate del portaaviones Abraham Lincoln», informan desde el Estado Mayor de la Defensa cuando son preguntados por la cadena de mando de la misión. Eso sí, «mantiene la dependencia nacional del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), a través del Comandante del Mando de Operaciones». Este es el cuarto despliegue de estas características de un buque español con un portaaviones estadounidense desde 2005.
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