Concluimos esta serie sobre el futuro de la industria de defensa española con el Consejo Europeo monográfico que se celebra mañana y el viernes en Bruselas como telón de fondo. Si los titulares sobre la crisis nos dejan, dicha reunión de líderes europeos debería alumbrar «algo» parecido a un inicio de estrategia sobre el sector de la defensa europeo de cara al próximo año y venideros. Pero ya sabemos como funciona la UE…
Para este último «post», nos centraremos en las necesidades de los clientes. abordando las que deben ser las capacidades estratégicas prioritarias para el periodo 2014-2025. ¿Qué áreas de interés se observan? Acudimos a un informe difundido por los ministerios de Defensa e Industria en el cual el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez, diserta sobre la cuestión:
«La máxima prioridad de las Fuerzas Armadas es garantizar el alistamiento (disponibilidad y capacidad operativa) y al mismo tiempo su modernización. Consecuentemente, las áreas de mayor interés son aquellas que contribuyan a garantizar los siguientes aspectos:
— Máxima cualificación de su personal.
— Capacidad de Mando y Control y el trabajo en red.
— Capacidad de gestionar blancos o «targeting».
— Defensa aérea, con la defensa antimisil integrada en su estructura.
— Movilidad y superioridad en el enfrentamiento.
— Vigilancia y el reconocimiento (ISR).
— Capacidad para actuar en el Ciberespacio.
— Capacidad de proyección estratégica y la coordinación logística conjunta.
— Apoyo a la acción del Estado.
— Interoperabilidad, tanto a nivel nacional como con socios y aliados.
— Reducida necesidad de consumo energético en operaciones».
Con estas premisas, a nadie se le escapa que hay dos campos en los que la industria de Defensa europea y española deberían dar la batalla a sus competidores: la tecnología no tripulada y la ciberdefensa.
En el primer apartado, cabe destacar que resta aún todo el camino que recorrer para poder competir con estadounidenses e israelíes, que acaparan el mercado internacional con Afganistán como escenario contrastado. Tanto es así, que en una reciente comida de trabajo, el director de Airbus Military, el español Domingo Ureña, subrayó que desde la nueva división «Airbus Defence and Space» se tratará de dar batalla «pero subiéndonos al próximo tren. Hay que imaginar la siguiente generación porque la primera ya ha pasado. Hay que ser un poco más ambiciosos. Y también hay que pensar que tiene que ser exportable desde el inicio de su concepción porque el mercado europeo no va a poder absorber el coste de su desarrollo. Es necesaria una voluntad fuerte a medio y largo plazo por parte de los países europeos para desarrollar esta tecnología, y después que las respectivas industrias se pongan de acuerdo».
CONCLUSIÓN: La UE debe definir una estrategia de una vez en el campo de los UAV, y no solo tecnológica también normativa y reguladora.
En el campo de la ciberdefensa hay empresas que también están comenzando a desarrollar sus sistemas y servicios: Indra en España con su nuevo centro de ciberseguridad y ciberdefensa; o Thales y Cassidian con dispositivos en este campo. Aquí todo está por hacer y en constante evolución. Quizá aún muy difuso sobre todo por la percepción de la amenaza, que la sociedad no es del todo consciente.
¿La otra gran asignatura que tiene el sector? Dar a conocer su actividad, los empleos que generan, los negocios que desarrollan o su impacto en la sociedad. Unas cifras que deberían publicarse e informarse anualmente, para crear también cultura de industria de Defensa.
Por cierto, aquí un vídeo elaborado por el Ministerio de Defensa con motivo de las jornadas que tuvieron lugar a principios de mes sobre el futuro de la industria de Defensa.
Otros artículos de la serie sobre el futuro de la Industria de Defensa en España:
1. El «cómo» y el «cuándo» de Morenés
4. Navantia, el estandarte naval
En twitter: @villarejo
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