Día 8 en Afganistán, Khvogmarg. Camino de pedregal en la ruta Lapis, la que une Qala i Nao con Herat. A una hora y media de camino de la base. Nos dirigimos hacia un colegio donde presenciaremos una “shura”, es decir una reunión de notables de la zona. Los mayores se sientan en una primera fila, los veinteañeros en una segunda, los adolescentes en una tercera. Militares españoles y afganos realizan una acción de sensibilización en la zona de cara a garantizar la seguridad y revestir al Ejército Nacional Afgano de autoridad.
Hablamos con el cabo 1º Rubén Alegre, de la Unidad de Operaciones Psicológicas (Upsyops, en acrónimo inglés) sobre el modus operandi de esa acción Cimic, pero no será ese el tema a tratar en este escrito (lo dejaremos para la edición papel de ABC). No será ese el tema pues giramos la cabeza y vemos uniformados a afganos de muy diferente calaña y condición. Nos preguntamos: ¿Pero quién es quién en el tema de la seguridad y Defensa afgana? De repente, llega otro uniformado arquetipo que parece haber salido de la película “Mad Max III”. Mete acelerador, fusil de asalto, montado en la parte trasera de la “pick-up”, merodea… y se va. A veces, la sensación de peligro viene de ellos, más que de los insurgentes, a los que nunca vemos.
Es en este punto en el que sacamos a colación un término quebradero de cabeza de las fuerzas de la OTAN: los “GREEN ON BLUE”, o los ataques de fuerzas afganas entrenadas por militares de la OTAN que causan bajas. Un hecho que todos reconocen como una de sus principales preocupaciones. “No te puedes fiar de nadie y menos de alguien que lleva encima un kalaka”, nos comenta un militar español. ¿Kalaka? Es el apodo que utilizan los españoles para referirse al AK-47, el fusil de asalto soviético más famoso del mundo y por aquí, donde la URSS cavó su tumba definitivamente en la década de los 80, los encontramos a patadas.
La misión ISAF-OTAN estableció en 2009 la Nato Training Mission-Afghanistan (NTM-A, ¡en las tan utilizadas siglas militares!) con el objeto de garantizar la gobernabilidad del país centroasiático y el despliegue de su Ejército y Policía para que el 1 de enero de 2015 puedan garantizar la seguridad sin ayuda de la OTAN, que supervisará el proceso con asesoramiento y/o provisión de medios que carecen las fuerzas afganas.
En NTMA-A además de militares también participan, por parte española, miembros de la Guardia Civil. Por supuesto, ya trataremos el importante papel de nuestra Benemérita en Afganistán cuando vayamos a Herat, donde entrenan a la Policía de frontera afgana del aeropuerto.
Ahora empieza lo bueno. ¡Volvamos a la “shura” de Khvogmarg y ese momento “Mad Max”! Pañuelo en la cabeza, banderón de Afganistán impoluto, furgoneta tipo “pick up”, una mano en la metralleta, otra en un cigarro, ahí tenemos nuestro arquetipo del ANA (Afghan National Army). Un ANA que poco tiene que ver en su proceder con otro de sus compañeros que se sitúa al lado: bandera más pequeña, sin gafas de sol, sin pañuelo. “No encontrarás a dos del Ejército afgano que vistan igual”. Mal vamos si la simple uniformidad la incumplen, pienso yo.
Junto al ANA, contemplamos otro uniforme distinto, y más allá otro. Ok, ok… también puede pasar en España (Policía Nacional, Guardia Civil, Ejército, Mossos…). Pero estamos en Afganistán y hay que contarlo y, sobre todo, si al primer agente de “policía de caminos” que conocemos porta un peluco de oro y lo exhibe con gracejo. Por supuesto, foto que se llevó.
Pero… ¿con qué tipo de fuerzas cuenta la comunidad internacional para mentener la seguridad de Afganistán a partir de 2015?
1. EJÉRCITO AFGANO- Afghan National Army (ANA)
Militares del brazo de Tierra de las Fuerzas Armadas Afganas. Se proyecta que al final de año puedan sumar 187.000 efectivos, ahora son unos 175.000. Cobran entre 300 y 500 dólares al mes, dependiendo del rango.
2. POLICÍA NACIONAL AFGANA – Afghan National Police (ANP)
Se proyecta una fuerza de 157.000 efectivos a final de año, ahora hay unos 150.000. Un agente cobra menos de 300 dólares al mes.
3. FUERZA DE PROTECCIÓN PÚBLICA AFGANA- Afghan Public Protection Force (APPF)
Uniformados con un verde más claro y pixelado que el del ANA. Se encarga de proteger los trabajos de construcción en la Ring Road, la carretera iniciada por los soviéticos, que circunvala Afganistán y que ahora se está tratando de asfaltar. Es de este cuerpo al que pertenece el agente con el reloj de oro de la foto de arriba.
4. POLICÍA DE FRONTERA AFGANA- Afghan Police Border (APB)
Importante labor en un país que limita con fronteras porosas con Irán, Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán, con el tráfico del opio como principal problema habiendo facciones insurgentes que se dedican a este negocio ilegal; con Pakistán, limítrofe con provincias como Paktia o Khowst en el este por donde se infiltran los miembros más duros de la insurgencia de origen pastún que auspiciaron que Afganistán fuera un paraíso de Al Qaida; y China, con quien comparte una pequeña frontera. También es importante en los cuatro aeropuertos.
5. POLICÍA LOCAL AFGANA – Afghan Local Police (ALP)
Mantener el orden en los núcleos poblacionales es su misión. Ingeniárselas con el tráfico también.
6. MILICIAS LOCALES
Van por libre pero son leales a las fuerzas de la coalición internacional, eso nos dicen los militares españoles. Su objetivo es defender núcleos rurales, pequeños valles o zonas montañosas de ataques. Sin uniformidad, con AK-47, por supuesto, como arma estrella. Sin uno se los encuentra (confieso que solo los he visto en fotografía), diría que son auténticos muyahidines. Por ahora, no tenemos el “placer”.
7. AGENTES DE SEGURIDAD PRIVADA
El presidente Karzai prohibió las compañías de seguridad privadas el pasado año, siendo una empresa pública afgana la encargada de ofrecer este servicio. Una decisión que no gustó nada a algunos países, sobre todo, porque la empresa pública se ha visto incapaz de absorber la demanda. Visten de paisano y portan “kalaka”. Casi nada.
Tras esta radiografía a grosso modo de los personajes afganos armados hasta los dientes, hay que sumar a la insurgencia y al común de los mortales. El 1 de enero de 2015 comenzaremos a ver cómo evoluciona la situación en un país que suma casi 34 años de guerra ininterrumpida desde la invasión de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Fin de la operación cívico -militar en Khvogmarg. Regresamos en el convoy militar hacia Qala i Nao. Uno de los crisitales de nuestro vehículo RG-31 tiene una especie de impacto de bala. Alguien pregunta sobre ello al sargento que lidera la unidad. Nos dice que es una pedrada. En el camino de vuelta, notamos algún sonido esporádico. Dos o tres. Son pedradas. En el país de los “kalakas” también hay tirachinas… y desde bien mozos:
Internacional