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Blogs Puentes de Palabras por José Manuel Otero Lastres

Dos preguntas para Pedro Sánchez

José Manuel Otero Lastres el

Si analizamos los últimos resultados electorales con el criterio convencional de partidos de izquierdas y partidos de derechas, el resultado sería que los partidos de centro derecha habrían obtenido 178 escaños por los 172 de los partidos de izquierdas.

Entre los 178 escaños de centro derecha sumo los 123 del PP, los 40 de Ciudadanos, los 8 de Democracia y Libertad (antigua Convergencia Democrática de Cataluña), los 6 del PNV y 1 de Coalición Canaria. Y entre los 172 de izquierdas cuento los 90 del PSOE, los 69 de Podemos y filiales, los 9 de Esquerda Republicana, los 2 de Bilbu y los 2 de Unidad Popular (Izquierda Unida).

Hago esta clasificación porque estarán de acuerdo conmigo en que la sola condición de ser nacionalista o independentista no implica ineludiblemente ser de izquierdas. O dicho de otro modo, que bajo el paraguas común del nacionalismo se congregan tanto partidos de derechas (DL, PNV y CC) como de izquierdas (Bildu, ERC).

Sentado lo que antecede, me vienen inmediatamente a la cabeza las dos preguntas siguientes para el señor Pedro Sánchez. La primera tiene que ver con su afirmación de que se ofrece para “conformar una mayoría de progreso” y la segunda con su percepción de que quién debe liderar esa mayoría de progreso es él y ningún otro.

Pues bien, a la vista de los resultados electorales del pasado 20 de diciembre, no es posible formar una mayoría de “progreso”, salvo que el señor Sánchez incluya entre los partidos progresistas a los antiguos convergentes catalanes, a los del Partido Nacionalista Vasco y a los de Coalición Canaria, que son claramente partidos conservadores. Se puede discutir si estos partidos nacionalistas apoyarán o no al PP a la hora de formar gobierno, pero lo que no se puede confundir es la condición de estar en la oposición con ser progresista. Por lo tanto, la cantinela del señor Sánchez de ofrecerse para “formar una mayoría de progreso” que votó el pueblo el 20 de diciembre es una manifiesta inexactitud que le puede servir como eslogan para engañar a los más incautos, pero que no se la cree nadie mínimamente instruido ni, por supuesto, él mismo.

Si es irrealizable la formación de esa “mayoría de progreso”, la segunda cuestión (el liderazgo providencial del señor Sánchez) carece de importancia. Aun así me voy a detener en ella porque me gustaría saber dónde está escrito o quién la ha dicho al señor Sánchez que el pueblo español que ha votado a la minoría –hemos visto que no alcanzó la mayoría de escaños- de progreso le ha encomendado a él que forme gobierno.

No hace falta esforzarse en argumentar que no figura escrito en lugar alguno que el llamado por el pueblo en las últimas elecciones para formar gobierno es el señor Pedro Sánchez. Y en cuanto a que ese mandato resulte de su propia percepción personal, conviene dejar bien claro que el único criterio –aunque con muchas dudas- bajo el que el secretario general del PSOE podría reunir a la mayoría de las fuerzas políticas es el del odio al PP y las ganas de desalojarlo del poder.

Pero aunque el odio es un sentimiento muy fuerte y arraigado en el pueblo español son tantas y tan profundas las divergencias que hay entre las formaciones políticas partidarias del desalojo del PP y que ayudarían supuestamente al señor Sánchez a ser investido presidente del gobierno que su amalgama en una política común sería tan imposible como mezclar el agua y el aceite.   

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