El turismo, como la economía, vira hacia Oriente. Ya la sospechábamos: Cada vez hay más ciudades al este de Estambul en nuestra agenda de sueños. De repente, han surgido Dubái y sus misiones imposibles, Hong Kong y sus 1.200 rascacielos, y, por supuesto, Bangkok, la capital de uno de los países de moda del turismo mundial. Esta vez, sin embargo, tenemos un dato que confirma todas las sospechas. La capital de Tailandia será la ciudad más visitada del mundo en 2013, según un informe reciente elaborado por Mastercard.
Bangkok lleva tres años de crecimiento continuo en todas las estadísticas. Y este 2013 será la nueva reina del turismo mundial, con 15,98 millones de visitantes, por delante de Londres (primera en la clasificación de 2012), París y Singapur. Dubái ya es la séptima ciudad más visitada, con 9,89 millones; la octava, Kuala Lumpur, y la novena Hong Kong, por delante de Barcelona. Se mire por donde se mire, la economía oriental cada vez pesa más en la balanza turística global, y por el contrario cada vez parecen más «maduros» (término que equivale a tocar techo) muchos destinos occidentales.
En Bangkok se puede comprar un Rolex por dos o tres euros (puede que no funcione a la vuelta, pero eso es otra historia), podemos pasar una mañana con un masaje inolvidable, una noche de luces hipnóticas, un atardecer de estimulante alboroto en cualquiera de sus mercadillos. También puede ser ciudad de paso camino de las playas, esas que frecuenta James Bond en algunas de sus películas. Tailandia superó el tsunami, y vuelve a lucir su mezcla de simpatía y paisajes exóticos. Bangkok es la nueva «ciudad reina».
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