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Blogs Pienso de que por Rafael Cerro Merinero

Biología y lenguaje

Biología y lenguaje
Rafael Cerro Merinero el

Hoy repasaremos algunos términos científicos esenciales como prolactina, período refractario y etología. Etología define el proceder animal, sí, pero también es el estudio científico del comportamiento de los hombres. Definimos hombre como “ser animado racional”, ya sea éste varón o hembra. Defiendo ante una amiga que la frase del Génesis “creced y multiplicaos” justifica el denuedo del picaflor y ella acuña la frase inmortal “Igualmente podríais esparcir la semillita en una sola mujer, pero siempre estáis mirando a la del prójimo”.

Período significa “tiempo que algo tarda en volver al estado o posición que tenía al principio”. El período refractario es el tiempo necesario para que el macho esté listo de nuevo tras una cópula.  No sé cuánto dura. Leo en libros de biología que menos de media hora e incluso escucho a algún amigo que sólo unos minutos, pero no he podido comprobar tales proezas empíricamente. Sí he comprobado que hay mucho fantasma poblando la biosfera.

Los científicos llaman efecto Coolidge a la renovación “instantánea” del interés sexual ante una nueva hembra. Cuando los investigadores encierran a una rata macho con cuatro ratas hembra en celo, aquélla copula con todas hasta quedar ahíta. Luego, ya no les hace caso ni aunque se ofrezcan. Pero si los científicos meten en la jaula una nueva ratita, el macho se arroja sobre ella. Parece que, tras el coito, la pérdida de interés en la rata conquistada es un mecanismo evolutivo para no malgastar energía ni reservas con una hembra con la que se acaba de yacer. Una irrupción de una hormona llamada prolactina en el torrente sanguíneo provoca entonces el período refractario, que aumenta las posibilidades de reproducción, pero que ante la presencia de la nueva hembra en celo se acorta de inmediato. Algunos varones humanos no producen masivamente prolactina; por ello, pueden no presentar prácticamente tiempo de reposo y convertirse en personas muy populares.

 

El gran Calvin Coolidge, trigésimo presidente de EEUU

 

Sepamos por qué decimos efecto Coolidge. A finales de los años 20 del siglo pasado, la esposa del trigésimo presidente de Estados Unidos Calvin Coolidge visitó una granja de aves que se apareaban con gran entusiasmo.

–         ¿Cuántas veces al día lo hacen?

–         Docenas, señora.

–         ¿Podría comunicárselo usted a mi marido?

 

El operario se acercó al presidente y le refirió el dato. Calvin Coolidge escuchó atentamente y preguntó:

–         ¿Siempre copulan con la misma hembra?

–         No, señor presidente. Van cambiando de pareja.

–         ¿Podría comunicarle este detalle a  la señora Coolidge, por favor?

 

Dedicado a @CarmenGutiez y Jorge, que no se arredran ni ante el cirílico.

Más vida en @rafaelcerro.

 

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