Que lo que estamos viviendo en España es un momento polÃtico histórico, nadie lo duda. Pero que puede serlo aún más, habrá que verlo, si Pablo Iglesias cumple su palabra y retransmite en vivo y en directo su negociación con el PSOE para intentar formar Gobierno. Ese es el encargo que acaba de recibir Pedro Sánchez del Rey Felipe VI y lo tiene que cumplir porque, de lo contrario, será su ocaso polÃtico.
¿Se imaginan ustedes ese momentito en el que Pablo Iglesias, con las cámaras de televisión como testigo, le pide a Pedro Sánchez  la vicepresidencia del Gobierno, y los principales ministerios para Errejón, Bescansa y toda la tropa? Yo no me lo puedo imaginar, pero sà quiero vivirlo, y por supuesto no me lo pienso perder.
Ya se acabó el juego de los sillones y de la marrullerÃa polÃtica y empieza la hora de la verdad. Pero esa hora, como bien ha repetido hasta la saciedad Pablo Iglesias, se tiene que hacer con luz y taquÃgrafos, y por supuesto en vivo y en directo. Estas cosas que se dicen asÃ, como el que no quiere la cosa porque quedan muy bien en televisión, ahora se tienen que cumplir.
El reloj empieza a correr para Sánchez y ya no se va a detener. Ha dicho Patxi López que al menos va a necesitar un mes para intentar cerrar las negociaciones. Ya puede poner en la sede de Ferraz un plató de televisión para que todos los españoles sepamos cómo se negocia con un partido que intenta romper España, apostando por referéndum secesionistas y que quiere implantar en nuestro paÃs polÃticas populistas inspiradas en regÃmenes como el iranà o el bolivariano. Será francamente interesante.
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