¿Para qué sirve cuestionar tanto el máster de un adversario político si a tí te dan igual las irregularidades de los que hacen los de tu partido? La incoherencia de la política, en este caso del PSOE y de Pedro Sánchez, no tiene límites y no me extraña que los ciudadanos denuncien, una y otra vez, el desprestigio de la política, y con mucha razón.
¿Cómo es posible que a una exministra, la socialista de Sanidad, Carmen Montón, que dimitió por las irregularidades en el máster que supuestamente curso se le premie ahora con la embajada ante la Organización de Estados Americanos?
Digo yo que si vale para embajadora, por cierto sin ser diplomática y con el estigma de haber obtenido un máster sin cumplir los requisitos, pues podría haber seguido siendo ministra. Total, si da igual.
Pues no, una sale por una puerta de ministra y entra por la otra de embajadora. Lo que se llama unas puertas giratorias sin pudor ninguno y sin que Pablo Iglesias, hasta ahora, haya dicho ni mu.
A partir de ahora, el Gobierno y sus socios tienen muy poca credibilidad para criticar situaciones parecidas y se quedan sin argumentos para utilizar el máster de Pablo Casado, cuyas sospechas fueron archivadas por el Tribunal Supremo, para atacarlo políticamente
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