Ya dijimos en este blog hace algunos días que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no iba a prescindir de su mano derecha en el PP, la secretaria general María Dolores de Cospedal, y así ha sido, a pesar de los intentos de algunos de forzar su salida, sin conseguirlo. En los cambios que acaba de anunciar Rajoy ante el Comité Ejecutivo no figura Cospedal, aunque se refuerza la dirección con la incorporación de hasta cuatro caras nuevas. El presidente mueve ficha después del serio aviso que ha recibido en las últimas elecciones autonómicas y municipales. Hay que moverse si quiere recuperar a los dos millones de votantes del PP que ya han dejado de serlo.
Rajoy ha decidido reforzar la dirección apartando al vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, y al de Estudios y Programas, Esteban González Pons. A Floriano lo sustituye el presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maíllo, al frente de la vicesecretaría de Organización, e incorpora a dos jóvenes valores, Pablo Casado en la vicesecretaria de Comunicación, y Andrea Levy en la de Estudios y Programas. También incorpora a Javier Maroto en la vicesecretaria Sectorial y mantiene al incombustible Javier Arenas.
La sorpresa de estos cambios es que su jefe de gabinete, Jorge Moragas, será el responsable de la campaña electoral y el propio Rajoy presidirá todos los lunes el Comité de Dirección. Ello supone una mayor implicación del equipo del presidente en las decisiones de partido.
A Rajoy ya no le queda una carta más que jugar en esta partida que terminará de dilucidarse el próximo mes de noviembre cuando se celebren las elecciones generales. Es su apuesta personal para ganar las elecciones.
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