Paloma Cervilla el 06 jul, 2016 Después del vodevil negociador al que tuvimos que asistir en los primeros meses de este año para intentar formar gobierno, el presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha decidido bajar el telón de la polÃtica espectáculo y reconducir la situación dentro de los lÃmites de la normalidad. Se han terminado, o al menos eso parece, el furor declarativo que Sánchez, Iglesias y Rivera impusieron en el Congreso. Se terminaron ese carrusel de ruedas de prensa en la que el mismo polÃtico decÃa lo mismo y lo contrario en el espacio de unas pocas horas. Se terminaron los paseos pactados en los alrededores del Congreso en los que Sánchez e Iglesias nos hacÃan creer que se llevaban bien, para después tirarse los trastos a la cabeza. Una vez que los adolescentes de la polÃtica han terminado de jugar, precisamente, a hacer polÃtica, ahora empieza la hora de la verdad. Si es por Rajoy, no se volverá a caer en este espectáculo dantesco, ni se radiará el minuto a minuto de las reuniones. Yo recuerdo que Pablo Iglesias llegó a decir que sus reuniones iban a ser retransmitidas por televisión, como si fuera un reality show para que todo el mundo las pudiera seguir. Pero la realidad es que nunca fue asÃ, jamás se ha sabido lo que Pedro Sánchez y el lÃder de Podemos hablaron, más allá de lo que quisieron contarnos. Yo, que quiere que les diga, agradezco esa discreción. Rajoy ha empezado sus reuniones en el Palacio de la Moncloa, ayer con Coalición Canaria, y hoy con ERC y PNV. Después del Comité Federal del PSOE de este sábado citará a Pedro Sánchez, y al resto de partidos. Lo más lógico es que, una vez que Rajoy haya tanteado la predisposición de unos y otros a apoyarle en la investidura, nombre a una comisión negociadora y él se quedará entre bambalinas para pilotar el proceso. Como es normal, comparecerá al final para contarnos el resultado de estos contactos. Todo un sÃmbolo de normalidad, después de que los españoles hayan penalizado con sus votos esa forma de hacer polÃtica alocada y estéril que no ha servido para nada más que para llevarnos a unas segundas elecciones, que esperemos que no haya que repetir por tercera vez. Seguir a Paloma Cervilla en Twitter Otras entradas relacionadas: Rajoy camino de la mayorÃa absoluta Rajoy devuelve a los suyos el orgullo de ser del PP Rajoy acertó y Rivera no entendió nada Un voto para frenar a la izquierda radical Queremos saber quién grabó al ministro y para qué Si se va Rajoy, que le sigan Iglesias, Sánchez y Rivera Los 633.393 votos de Ciudadanos que van a la basura  España Comentarios Paloma Cervilla el 06 jul, 2016