Ciudadanos se equivoca si quiere llenar sus listas electorales de candidatos contaminados de otras formaciones polÃticas, como es el caso de Castilla y León con Silvia Clemente.
Repescar a la ya expresidenta de las Cortés regionales de esta Comunidad, que se fue del PP dando un portazo y poniendo a caldo a los suyos, no creo que sea la mejor carta de presentación para quienes vinieron a practicar la nueva polÃtica.
El oportunismo en polÃtica es ya una tradición para aquellos que, sabiendo que no van a contar con ellos en las listas, buscan refugio en otras siglas para seguir viviendo de la mamandurria pública.
Ciudadanos corre el riesgo de llenar sus listas de fracasados, o mejor dicho oportunistas, de aquellos que engrosaron candidaturas de partidos locales, con el marchamo de independientes, que desaparecieron del planeta, y ahora buscan refugio en el partido de Albert Rivera.
Yo no voy a decir nombres, pero como lo tengo muy cerca, puedo hablar con propiedad. HabÃa un partido en una localidad gaditana que gobernó la ciudad, su lÃder acabó condenado y el partido desapareció. Los que estuvieron en esa formación polÃtica se pasaron en bloque a Ciudadanos, cuando se puso de moda, para seguir en el machito. Desde luego a mà no me daban ninguna garantÃa de nada, y a la gente tampoco, porque en una pequeña localidad, todos se conocen.
Yo no conozco a Silvia Clemente, pero sà a Francisco Igea, un diputado de Ciudadanos, de Valladolid, que se ha visto perjudicado por el fichaje de Clemente. Igea es un diputado brillante, médico de profesión, que ha trabajado y defendido con conocimiento de causa los temas sanitarios que le han encomendado en el Congreso de los Diputados.
Qué pena que este trabajo, serio y profesional, de Igea no sirva para que el partido se lo haya reconocido y prefiera fichar a una Silvia Clemente, que su único mérito es haberle dado un zasca al PP.
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