La entrada de ayer de mi blog sobre el “dinerito” que pedía Pablo Iglesias para apoyar hoy la investidura de Pedro Sánchez se quedó corta. Sí, así lo digo, para aquellos que me insultaron y que, con mala fe, entendieron mal, o no quisieron entender, lo que yo estaba diciendo. Algo tan simple como que lo que quiere Podemos son ministerios con presupuestos.
La razón a lo que comentaba ayer me la dio el Gobierno socialista cuando, en un arranque de furia, desveló las exigencias de Pablo Iglesias para apoyar hoy la investidura: una vicepresidencia para Irene Montero y cinco ministerios con competencias en fiscalidad, igualdad, trabajo, educación o medio ambiente. Vamos, un disparate.
Yo ya no sé si los socialistas, en un acto más del teatro que llevan ya interpretando casi tres meses, se pusieron muy dignos y dijeron no. Hoy lo sabremos. Pero lo cierto es que, si acepta estas condiciones, estamos apañados.
En el mejor de los casos, será un Gobierno sin recorrido, sometido a unas tensiones internas brutales y abocado a un adelanto electoral.
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