Escribo este blog de urgencia en respuesta al que escribà esta mañana y en el que desvelaba el estado de nervios que habÃa en Ciudadanos ante un posible anuncio “bomba” de Albert Rivera esta mañana.
Pues ese anuncio ya se ha producido y no es más que otro “volantazo” de Rivera en su intento desesperado de frenar la caÃda en picado de su formación polÃtica. Ahora vuelve al inicio del camino, aquel que le llevó a llegar a un acuerdo de Gobierno con Pedro Sánchez, del que luego se arrepintió, girando a la derecha e instalándose en el no es no. Una actitud que provocó una crisis interna con la salida de destacados dirigentes como Antonio Roldán o Javier Nart.
Pues hoy le da la razón a estos que se fueron y anuncia que está dispuesto a apoyar la investidura de Pedro Sánchez, tras las elecciones del 10 de noviembre, si llegan a un acuerdo sobre una serie de reformas de Estado.
Habrá que ver en los próximos dÃas cómo cala esta idea en su electorado.
Aquà os dejo la entrada de esta mañana para que podáis contextualizar el anuncio.
El nerviosismo se instaló ayer entre los dirigentes de Ciudadanos. Diputados, concejales, responsables de áreas, senadores, se mensajearon ayer durante todo el dÃa preguntándose si alguien sabÃa el contenido de “la bomba” que hoy va a lanzar Albert Rivera en el acto polÃtico previsto para esta mañana en Madrid.
Si este rumor, que se extendió ayer como la pólvora en la formación naranja, es cierto, tan solo quedan pocas horas para que sepamos su contenido. Si no es asÃ, es la prueba del desconcierto interno de un partido en un declive evidente, que se aferra a una última esperanza para frenar la sangrÃa de votos que pronostican las encuestas.
El viento no sopla a favor de Ciudadanos, la polÃtica es asÃ, y los que llevamos tantos años escribiendo de ella ya sabÃamos que tanto Podemos, como Ciudadanos y VOX son solo partidos de vida limitada, que responden a momentos convulsos de crisis, pero que al final el mapa polÃtico se reordenará en torno al bipartidismo: PP y PSOE, con pequeñas formaciones satélites a su alrededor.
Todas estos partidos tuvieron sus momentos de esplendor, y llegaron a soplar con fuerza sobre el cogote de PP y PSOE. Incluso hubo gente que se creyó lo del sorpasso. Pero esa época ya pasó. Si en los peores momentos de populares y socialistas, ni Podemos ni Ciudadanos lograron superarlos en votos, ya es imposible.
Albert Rivera no es consciente de eso, de que su futuro polÃtico solo pasa por unirse a una plataforma de centro derecha, España suma o como se quiera llamar, que le permita ser influyente, no liderar nada. En esa espiral de creerse lo que no es, hoy puede lanzar el último canto del cisne, sacarse un conejo de la chistera, para intentar remontar.
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