La degradación de la política española y la rendición del Estado es tal, desde que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, mendiga apoyos a su investidura a cualquier precio, que el pasado sábado el coordinador nacional de ERC, Pere Aragonés, un partido cuyo líder está en la cárcel por cometer un delito contra la Constitución, se permitió el lujo de chulear a quien debe de representar la dignidad de todos los españoles frente al independentismo.
Durante su intervención en el congreso de los nacionalistas catalanes, puso un precio aún mayor a sus 13 votos para garantizar que Pedro Sánchez siga viajando en el Falcon, afirmando que la “política debe desplazar a la represión”. Por si no lo hubiéramos entendido bien, vamos, que Sánchez meta mano en la Justicia española para dejar en libertad a los políticos presos, se descolgó con esta chulería, en castellano: “¿Se entiende o no se entiende?”.
Es el colmo del disparate, que un partido que se pasa por el forro la Constitución española y el Estado de Derecho, venga a darnos lecciones al resto de los españoles, que cumplimos con la Ley y que defendemos la unidad de España y la soberanía nacional.
Y con estos señores, de un partido con líderes en la cárcel, quiere gobernar un tal Pedro Sánchez, que está dispuesto a intentar destruir una gran nación como es España, poniéndola a los pies de la extrema izquierda comunista de Podemos y de unos delincuentes como Oriol Junqueras.
No me cansaré de decirlo, si tenemos investidura con estos mimbres, España va camino del desastre. Esperemos que esta alianza se rompa en menos de un año, y no les dé tiempo a liquidar lo que los españoles hemos construido, con concordia y paz, en estos cuarenta años.
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