Se veÃa venir, por mucho que digan ahora en Ciudadanos. Si es que hay cosas que no se pueden hacer, y mucho menos un partido de estos de la nueva polÃtica, como Ciudadanos, que, a la primera de cambio, no se le ocurre otra cosa que, para zurrar al PP, fichar a una de sus dirigentes más polémicas en Castilla y León, la expresidenta del Parlamento de Castilla y León, Silvia Clemente.
Si el método de fichajes de Ciudadanos no está siendo muy acertado en el caso de los desertores populares, peor es que lo haga en contra de su propia militanci,a que ve como tránsfugas de otros partidos vienen a ocupar los puestos que ellos se han trabajado a lo largo de estos años.
El malestar en la militancia se materializó en que un hombre como Francisco Igea, que ha sido diputado y ha desempeñado una gran labor en el Congreso de los Diputados en los temas de sanidad, decidió luchar por la dignidad de la militancia y lanzarse al ruedo para disputarle las primarias a la presidencia de esta Comunidad al fichaje de Albert Rivera y del aparato, Silvia Clemente.
El escaso margen de votos entre uno y otro, a favor de Clemente, solo 35, y la sospechosa entrada masiva de votos en apoyo de esta candidata en la madrugada del sábado, cuando Igea iba por delante, unida a la diferencia entre los votos emitidos y el resultado final, 80, levantó la sospechas de Igea de que podÃa haber habido un “pucherazo”.
Los hechos le han dado la razón. Hubo “pucherazo” y la apuesta de Rivera ha sido un fracaso y el proceso un ridÃculo total. Igea será candidato de Ciudadanos a la presidencia de Castilla y León, pero el daño ya está hecho. Alguien se ha pasado de listo y parece que quiso amañar el resultado para quedar bien con el jefe. Ya nos enteraremos de quién y cómo lo hizo.
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