He estado dos veces en Afganistán. He visitado las dos bases españoles en este país en guerra: Herat y Qala i Naw. He visto de cerca, desde la ventana de un todoterreno, el horror de un país sometido por el miedo, la humillación de las mujeres escondidas tras el burka. Precisamente por eso y porque estos días ha vuelto a caer en combate uno de los nuestros, el soldado Felipe Romero, me duele que aquellos señores del “No a la guerra”, que protagonizaron una revuelta política contra el Gobierno del PP, enmascarada en una supuesta defensa de los derechos humanos, no se levanten ahora contra esta guerra. Que no es distinta, que no es otra, que es la misma. No hay guerras del PP, ni guerras del PSOE, hay un campo de batalla donde mueren los soldados y a la que, tanto Aznar como Rodríguez Zapatero, han mandado a nuestros soldados a luchar contra el terrorismo y el facismo. No soy partidaria de ninguna guerra, pero al menos Aznar dio la cara, aunque se la partieran y le llamaran “asesino”, todavía estoy esperando que Zapatero dé la suya y vaya al Parlamento a explicar por qué esta es su guerra. No sé por qué tiene tanto miedo, al menos él tendrá la clac del “No a la guerra” aplaudiéndole desde la tribuna.
España
¿Dónde están los del “No a la guerra”?
Entradas más recientes

Vox: la guerra Buxadé-Espinosa de los Monteros y la destitución de Ortega Smith

Yolanda Díaz intenta sacar cabeza con la milonga de los precios

No habrá papeles secretos de Arriola: se han ido con él, un hombre discreto

La testosterona que dinamita la relación Ayuso-Casado

La comida de Egea y Aguirre para apaciguar el PP y la esperada llamada de Ayuso

Ayuso va a por todas en el PP de Madrid, nadie la puede frenar

Ayuso será presidenta del PP Madrid, sí o sí, se acabó el debate
