La absurda y esperpéntica tragicomedia en la que algunos han convertido la a polÃtica española ha vivido hoy un nuevo episodio rocambolesco, por no decir algo peor.
La última propuesta de Ciudadanos para salir del atolladero en la que nos han metido con su no al PP y no a Rajoy, como si Pedro Sánchez y Albert Rivera fueran el tribunal inquisidor de los ciudadanos que ponen y quitan candidatos, es tan ridÃcula como todo lo que estamos viviendo. El último conejo que se ha sacado de la chistera es dar una patada a la democracia y decir que ni él, ni Sánchez, ni Rajoy sean candidatos a la Presidencia del Gobierno, sino que vengan un independiente.
Me parece una falta de respeto al voto de los españoles y un ejercicio de bisoñez polÃtica alarmante. No sabÃa yo que a Rivera le gustaban los dedazos para nombrar al presidente del Gobierno. Porque solo en las dictaduras se disfrazan de democracia los dedazos. Que yo sepa, en España, los españoles votan en las urnas, y a lo han hecho, y han elegido a Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias para que uno de ellos dirija el Gobierno.
Los partidos se organizan como quieren y eligen a su candidatos, y los ciudadanos no los votan para que algunos hagan unos apaños por detrás para poner al frente del paÃs a alguien que no ha sido elegido.
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