Por mucho que quieran destacar que el 79% de los militantes socialistas han respaldado la polÃtica de pactos de Pedro Sánchez en la consulta-timo de este fin de semana, el dato más significativo es que el 49% ha pasado ampliamente de la llamada a las urnas del lÃder socialista.
Eso significa que la tan cacareada necesidad de participación de las bases en la polÃtica de sus partidos es una falacia. A las bases lo único que les importa es la elección de sus cabezas pensantes y no quieren que les molesten con una consulta cada fin de semana. Para eso eligen a sus dirigentes, para que gestionen y sean valientes, no para que les tiemble el pulso cuando tienen que tomar una decisión importante.
La tesis de que la izquierda es mucho más participativa que la derecha a la hora de implicarse en las decisiones polÃticas ha quedado demostrado que no es verdad. Casi la mitad de los socialistas se han quedado en su casa, entre otras cosas porque saben que este acuerdo con Ciudadanos no va a ninguna parte y que Sánchez, salvo sorpresa de última hora, no va a ser investido presidente del Gobierno el próximo viernes.
Si yo fuera Pedro Sánchez tomarÃa buena nota de este resultado. La mitad del partido lo ignora y no ha querido ser utilizada en la guerrita particular de Sánchez contra Susana DÃaz, que ya cuenta con un dato para calcular el momento de asaltar la SecretarÃa General del PSOE.
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