El escenario polÃtico que puede derivarse de las próximas elecciones generales está dando pie a muchas hipótesis, o realidades, sobre lo que podrÃa suceder. A nadie escapa que el ascenso de Podemos y su escalada hasta convertirse en segunda fuerza polÃtica es una amenaza grave a la supervivencia del sistema. Los dos partidos mayoritarios lo saben, como también saben que solo ellos pueden frenar que la formación de Pablo Iglesias se convierta en un partido polÃtico decisivo y que incluso pueda tocar poder.
La última teorÃa sobre lo que puede suceder me la comentó un importante dirigente del PP cercano al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no hace mucho tomando café en Madrid.
“Eso está hecho“, me decÃa, “entre Mariano y Felipe, lo que pasa es que no se puede decir”. “¿El qué está hecho?”, pregunté. “El pacto“, me respondió. “No olvides nunca que lo que está en juego en las próximas elecciones generales es la supervivencia del sistema, y eso ninguno de los dos lo va a consentir”. Además, este dirigente popular criticaba la torpeza del candidato andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla de decir públicamente que estaba dispuesto a pactar con el PSOE de Susana DÃaz. “Esas cosas no se dicen antes de celebrarse unas elecciones. Se hacen después”, señalaba.
El escenario puede ser alto tal que asÃ: el PP garantiza la gobernabilidad de Susana DÃaz en AndalucÃa, que no sacarÃa mayorÃa absoluta en esta Comunidad. No entrarÃa en el Gobierno pero le darÃa apoyo parlamentario para aprobar los presupuestos, evitando asà que Podemos se convierta en fuerza decisiva. A cambio, los socialistas harÃan lo propio en Madrid. El argumento para vender este acuerdo serÃa garantizar la estabilidad de España. Teniendo en cuenta que la recuperación económica puede ir a más, quizás los ciudadanos lo entenderÃan.
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