Cuando Darryl Middleton jugó su primer partido como profesional en Europa, Ricky Rubio aún no había nacido y la Unión Soviética seguía en pie. De eso, hace ya 25 años y entre medias queda una carrera imposible de igualar hoy en día, que puso su guinda con el ascenso a la ACB el pasado jueves.
Durante todo este tiempo, Middleton ha jugado en seis países diferentes y ha vestido once camisetas de diferentes equipos. Durante los 90, fue elegido tres veces mejor jugador de la ACB y ganó la Euroliga con el Panathinaikos en 2002. Sus mejores años coincidieron con su paso por el Barcelona y el conjunto griego, con los que consiguió varias ligas nacionales y el mencionado título de campeón de Europa.
Su ética del trabajo y el esfuerzo constante le han permitido seguir jugando cuando la mayoría de sus coetáneos están ya retirados. Esta temporada, con el Lucentum Alicante, ha sido pieza clave para conseguir el ascenso. Titular habitual en el conjunto de Perelló, ha promediado 14 minutos en cancha, con 4,4 puntos y 2,1 rebotes.
Middleton está decidido a continuar su aventura el próximo año en la ACB. Quiere alargar su propio récord de longevidad y dejarlo por encima de los 47 años que cumplirá en unos días. Según comentó tras el ascenso, aún le quedan otros cinco años de baloncesto, que quiere cumplir al más alto nivel, empezando por el próximo en el Lucentum de nuevo en la Liga Endesa.
*Fotos: Lucentum Alicante y AFP
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