Esta tarde (19.00 horas, La1) y no esta noche (porque así lo ha querido la televisión), comenzará la final de la Liga Endesa que por quinto año consecutivo disputarán el Real Madrid y el Barcelona. El clásico del baloncesto nacional lo es cada día más, confirmando una hegemonía que hace daño al baloncesto y pone de relieve el declive de este deporte en nuestro país. Será una final igualada a pesar de que los madridistas lo han ganado todo esta temporada y que el Barcelona podría terminarla en blanco por primera vez desde que Pascual es entrenador. Será por tanto, una final con espinas. Con más en juego de lo que podría pensarse en un principio.
El primer año en blanco de Pascual
Podría darse que el Barcelona se quedara sin un gran título (Copa, Liga o Euroliga) por primera vez desde que Xavi Pascual es entrenador. El técnico hablaba ayer sobre esta posibilidad, aunque descartaba hablar de «fracaso» si finalmente se convertía en realidad. Recordemos que Pascual es ya el técnico más laureado de la historia del baloncesto azulgrana. Con él en el banquillo el Barça ha dominado durante muchos años el basket nacional con 4 ligas ACB, 3 Supercopas, 3 Copas del Rey y una Euroliga.
El factor cancha
Es el Real Madrid el que parte con ventaja en este sentido después de haber terminado la Liga Endesa en primera posición y, visto lo visto esta temporada, eso debería ser determinante para el título de los blancos. El Barcelona lo ha pasado mal lejos del Palau este año, sobre todo en las series de playoffs largas, donde no ha conseguido aún ganar fuera. Ni con el Olympiacos ni con el Unicaja, que estuvo a punto de eliminarles de la competición hace unos días. Ahora, los de Pascual necesitan vencer al menos un partido en Madrid, donde los blancos han estado muy fuertes todo el año, pero que flaquean en los últimos meses.
Tomic contra el mundo
El croata ha renovado hace poco su contrato con el Barcelona, desdeñando la posibilidad de irse a la NBA. Él es habitualmente el hombre más peligroso cuando se enfrentan al Real Madrid, aunque no está siendo suficiente. Si el Barça quiere vencer, necesitará que otros hombres importantes den la cara. Satoransky está haciendo una gran final de temporada y ha adelantado a Marcelinho en la rotación, mientras que se espera más de Doellman o Navarro.
Hezonja y Llull, con aroma NBA
Azulgrana y madridista podrían no estar en el mismo equipo el curso que viene. Lo de Hezonja es un secreto a voces. Su presencia en el draft y sus buenas previsiones en el mismo parece que le harán dar el salto a la NBA sí o sí. Incluso su agente norteamericano está en Barcelona para negociar a la baja su cláusula de salida. Como ya ha demostrado en partidos anteriores, el Madrid se le da bien, aunque Pascual suele restringir sus minutos en pista. Por otra parte, el mejor Llull de siempre amenaza al Barcelona. Una pesadilla recurrente en los tiempos más recientes que podría serlo también por última vez. Suenan cantos de sirena para él desde los Rockets y tras una temporada espectacular, no descarta probar con los mejores. Acabe como acabe esta final, habrá una espina en uno de los dos, que se iría con mal sabor de boca.
Los tripletes en blanco y negro
Sacada la espina de la Novena, el Madrid tiene otra ante sí. Terminar con los tripletes en blanco y negro es una posibilidad real para los blancos, que no acaparan todos los títulos de una misma temporada desde la década de los 70. Conseguida la Supercopa, la Copa del Rey y la Euroliga, el Madrid aspira a ganar también la Liga Endesa para sellar un año perfecto.
ACB