La NBA confirmó anoche oficialmente que ni Lakers ni Celtics estarán en la lucha por el título. Las dos franquicias más laureadas no disputarán los playoffs por segunda vez en la historia y la primera en 20 años. Un detalle que deja huérfana de brillo a la postemporada de la NBA.
Serán los playoffs más tristes. Una lucha por el título sin los dos equipos que más anillos han ganado y que han dominado la NBA durante décadas. Las lesiones, en el caso de los Lakers, y la temporada de barbecho de los Celtics les han dejado fuera de los 16 mejores de la liga por segunda vez en la historia.
Los Lakers, sin Kobe y con Pau Gasol mermado, vieron pronto que su presencia en los playoffs iba a ser una quimera. No ayudó la presencia de Mike D’Antoni en el banquillo, incapaz de encontrar soluciones a la ausencia de Bryant y a las bajas en el puesto de base.
En el caso de los Celtics, ha sido el primer año de la reconstrucción. Con Rondo aún renqueante de su lesión en la rodilla y con Brad Stevens (dará muchas alegrías en Boston) haciéndose al puesto de entrenador principal de un equipo NBA, el camino estaba claro y no pintaba de playoffs. El objetivo de coger algo bueno en el draft puede cumplirse, pero lo que ya no es de recibo es que se queden por segundo año consecutivo fuera de la postemporada.
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