El cataclismo, ocurrido en Canadá, podría haber llevado a los seres humanos a diversificar su dieta y a almacenar comida.
Un dramático cambio en el clima global sucedido hace 12.900 años se ha relacionado por primera vez con el impacto de un asteroide o un cometa que cayó en Quebec, según anuncian investigadores de la Universidad de Dartmouth en un estudio. El cataclismo acabó con muchos de los grandes mamíferos del planeta y podría haber llevado a los seres humanos a diversificar su dieta y a comenzar a almacenar parte de su comida en vez de depender únicamente de la caza mayor.
El impacto se produjo hace unos 12.900 años, al inicio del periodo Younger Dryas, y marcó un cambio global y abrupto hacia un clima más frío y seco, con efectos de largo alcance sobre los animales y los seres humanos. En Norteamérica, los grandes animales desaparecieron todos, incluyendo mastodontes, camellos, perezosos terrestres gigantes y gatos de dientes de sable. Sus cazadores humanos, conocidos por los arqueólogos como el pueblo Clovis, dejaron de lado las grandes lanzas y se adaptaron a una dieta de subsistencia recolectando raíces y bayas y dedicándose a la caza menor. “El enfriamiento Younger Dryas impactó en la historia humana de una manera muy profunda”, comenta el profesor de Dartmouth Mukul Sharma, coautor del estudio. “Las tensiones ambientales también pudieron haber causado que los Natufians, en Oriente Próximo, se hicieran sedentarios y comenzaran con tareas agrícolas”.
Nunca se ha discutido que estos poderosos cambios ambientales se produjeran, pero siempre ha habido polémica en cuanto a sus causas. El punto de vista clásico sobre el enfriamiento en Younger Dryas mantiene que una presa de hielo en la América del Norte fría se rompió, liberando una enorme cantidad de agua dulce en el Océano Atlántico. La afluencia súbita de esta agua helada se piensa que pudo cerrar las corrientes oceánicas que mueven las aguas tropicales hacia el norte, lo que provocó el clima seco y frío del Younger Dryas .
Gotas extraterrestres
Sin embargo, Sharma y sus colegas han descubierto pruebas concluyentes de la conexión entre un impacto extraterrestre con esta transformación ambiental. El informe se centra en el estudio de unas esférulas, o gotas de roca fundida solidificada expulsadas por el impacto de un cometa o meteoro. Las esférulas en cuestión fueron recuperadas de las capas límites del Younger Dryas en Pennsylvania y Nueva Jersey. Estas capas debieron de haber sido depositadas allí al comienzo del período. Los perfiles de la geoquímica y la mineralogía de estas esférulas son idénticos a los de las rocas que se encuentra en el sur de Quebec, donde Sharma y sus colegas argumentan que tuvo lugar el impacto.
“Por primera vez, hemos reducido la región en la que tuvo lugar el impacto en el Younger Dryas”, dice Sharma, “a pesar de que aún no hemos encontrado el cráter”. Hay un cráter de impacto conocido en Quebec (el cráter Corossal, de 4 kilómetros de ancho) pero en base a los estudios mineralógicos y geoquímicos del equipo, ésta no es la fuente de impacto que escupió el material que se encuentra en Pennsylvania y Nueva Jersey.
La gente ha escrito sobre muchos impactos en diferentes partes del mundo sobre la base de la presencia de esférulas. “Bien pudo haber habido múltiples impactos simultáneos que provocaron los grandes cambios ambientales del Younger Dryas “, dice Sharma. “Sin embargo, hasta la fecha no han sido encontrados los cráteres de estos impactos, y nuestra investigación ayudará a realizar un seguimiento cuando uno de ellos sea encontrado”.
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