Hace 4.400 millones de años, en nuestro planeta apenas había un puñado de islas diminutas y dispersas.
Hace 4.400 millones de años, poco después de formarse, la Tierra era un planeta tranquilo, aburrido, sin vida y totalmente cubierto de agua. No había continentes, ni montañas, ni llanuras, ni valles… apenas un puñado de islas diminutas y dispersas en medio de un enorme y desierto océano global. Fue un periodo inicial de calma del que apenas quedan restos y tras el que el “Gran Bombardeo” de cometas y asteroides convirtió nuestro mundo en un infierno de lava y fuego del cual, sin embargo, surgieron las primeras formas de vida.
Esa es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores de la Australian National University tras analizar una serie de pequeños granos minerales de zircón, procedentes de una región de Australia Occidental que contiene las rocas más antigüas encontradas hasta ahora en nuestro planeta. La investigación acaba de publicarse en Nature Geoscience.
Leer AQUÍ el artículo completo
Ciencia