Mamá, solo otra vez o
Se dejó Manuel arrastrar en su artículo sobre Mamá por viñetas traslúcidas de adolescencia donde los chicos sueñan con chicas inalcanzables en interminables conversaciones junto a los amigos auténticos. Esas cosas ocurrían, cómo no, en una época en la que chicos y chicas no compartían las aulas. En 1979, para ser más exactos: «Ardía el moscatel en nuestros labios, un litro por diez pavos, en el Anciano Rey de los Vinos».
Los conciertos del Marquee, en la planta baja del Rock-ola, se inauguraron con aquel concierto de Mamá en 1979 poco después de su puesta de largo en El Sol.
El grupo Mamá no tuvo suerte. Hoy sorprende que José María Granados y Manolo Mené tuvieran que defenderse en entrevistas de no hacer buenas letras, cuando justamente lo que hacían, para un servidor, eran las letras que reflejaban lo que teníamos en el entorno más cercano.
Ningún grupo español ha conseguido integrar lo cotidiano de la vida moderna como lo hicieron Mamá. Que hablaban siempre de líos de faldas, les decían. ¿Es que hay algún otro tema del que hablar en una canción pop? Mamá, además, lo hacía en castellano.
Mamá nunca fueron conscientes de la dimensión de lo que estaban consiguiendo. Creo además que aún hoy no han sido suficientemente reconocidos. José María Granados sigue componiendo y cantando, es un creador nato, no puede dejar de hacerlo. Sigue editando discos desde la reapertura del grupo Mamá. El último, hace muy poco, este año 2013, titulado Sin Crédito para la disquera Rock Indiana, la misma que puso su empeño en publicar las maquetas originales de las primeras canciones del grupo.
José María Granados es el creador de algunas de las canciones que uno siente que le pertenecen. Eso, que te pertenezcan a ti y no al autor, es lo que define al folclore o música popular. Si esto es así, en la arboleda perdida de nuestra civilización donde es casi imposible ver el bosque, para mí folclore propio son solamente un puñado de canciones. Entre ellas están «Nada Más», «Ya no volverás» y «Chicas de colegio», todas de José María Granados para el primer EP de Mamá.
La cuarta canción del EP con el que inauguraban su carrera en 1979 para Polydor con la producción de Carlos Narea, y gracias a la generosidad extrema de Mario Armero, es «Regresas a casa a las diez». Ésta la firma el guitarrista y cantante Manolo Mené. Manolo murió tocando la guitarra, como siempre hizo. Estaba impartiendo clase en el Conservatorio de Arganda. Fue el 25 de noviembre de 2004. Y para los que sentimos que las canciones de Mamá nos pertenecen, fue un palo. Escribió entonces Diego Manrique un bello obituario dedicado al gran guitarrista y compositor Manolo Mené. Es una pena lo que pudo ser los Mamá del principio y en lo que quedó, una trayectoria truncada, por la compañía y las odiosas producciones, sobre todo de su segundo disco.
Han pasado muchos años, pero vuelvo a escuchar a Manolo Mené cantando «Regresas a casa a las diez» y me vuelve a temblar todo el cuerpo como la primera vez.
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