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Blogs Música para la NASA. por Álvaro Alonso

Merle Haggard, fugitivo de la ley y del amor

Merle Haggard, fugitivo de la ley y del amor
Álvaro Alonso el

Merle Haggard ha muerto hoy a los 79 años en Palo Cedro, California. Siendo su vida digna de una narración larga, cabe hablar aquí del impacto del músico y compositor nacido en 1937 como de temprano y persistente. Natural de Oklahoma, tierra también de otro ilustre “opry” como fue J. J. Cale, su familia se mudó pronto a Bakersfield, una población que acogió a los inmigrantes nacionales llegados a la costa noreste de Los Ángeles desde el sur de la nación en busca de un futuro mejor. El primer número uno de Haggard, “I´m a Lonesome Fugitive” definía su estilo ya en 1966, con historias que contaban la dificultad de ser un santo en la ciudad, siempre cercano a las cosas de la gente sencilla, sus sueños y sus fracasos. Cuando recibió el honor de entrar en el Country Music Hall of Fame, subió al escenario con un rollo de papel, con los nombres de las personas a las que agrader tal honor, y dijo: ” Me gustaría dar las gracias a Andy Gump, mi fontanero. Estás haciendo un gran trabajo con las cañerías del cuarto de baño”. Haggard, además de un acusado sentido del humor, había tenido problemas con la justicia, era un “outlaw” en serio, no de boquilla, y había tenido que cumplir condena por atracar un banco en la cárcel de San Quintín. Fue Ronald Reagan quien le exoneró de toda culpa, concediéndole pleno perdón, en 1972.

Musicalmente la carrera de Merle Haggard está plagada de números uno, sobre todo en las listas norteamericanas de country, y abarca una intensa producción que recorre los sesenta, setenta y ochenta. “Fugitivo de la ley y del amor”, como lo definía Emmylou Harris, impactó muy pronto en los primeros músicos de country rock, que vieron en el Bakersfield Sound, en Buck Owens, en Webb Pierce, en Charlie Pride y en Merle H. unos maestros de quienes aprender. Con Emmylou estaba Gram Parsons y su primera banda, a la que querían llamar “The Turkeys”. En su repertorio, en plena oleada hippy, Gram y Emmylou toman el ejemplo de Merle Haggard, esa patada en la entrepierna a la aureola de las bandas de San Francisco y el Sunset Strip que están iniciando un camino musical que nada quiere saber de las raíces. Así, Gram Parsons, junto a Sneaky Pete, Michael Clarke, Bernie Leadon y Chris Hillman, graba en 1969 dos canciones de Haggard, “Sing Me Back Home” y “Tonight The Bottle Let Me Down”. Emmylou Harris, en 1975 grabará nuevamente “Bottle Let Me Down” en su magistral Pieces in The Sky. Fuera de juego Gram Parsons, los Flying Burrito Brothers ahora con Rick Roberts eligen “White Liner Fever” de Merle Haggard para abrir su elepé The Flying Burrito Bros.

Merle Haggard es también, además de por su repertorio, importante por recuperar el legado de otros artistas. Ya lo hizo en 69, con Jimmie Rodgers,  y con Bob Wills al año siguiente. Le echó valor Merle Haggard en 83 junto a Willie Nelson para homenajear a Townes Van Zandt en “Pancho and Lefty”,  y tras resucitar creativamente con  If I Could Only Fly en el 2000, en los últimos años se dedicó a seguir en tareas de reconstrucción, con la ayuda de Ray Price, George Jones y su gran amigo Willie Nelson, interpretando las canciones de otras grandes figuras. El último disco grabado por Merle Haggard fue Django & Jimmie en junio de 2015. Junto a Nelson, el otro forajido, grabaron el disco en tres días, lo suficiente para rendir homenaje también al hombre de negro en “Missing Ol´ Johnny Cash” y al Dylan de “Don´t Think Twice, It´s All Right”. Pero si uno sigue el repaso por las estanterías y se para en discos más recientes, Merle Haggard aparece también en bandas de ahora mismo, como el grupo de country rock The Sadies, que en su disco junto a John Doe Country Club grababa “Are The Good Times Really Over For Good”.

 

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