Ryan Bingham: canciones para la redención

El músico fronterizo Ryan Bingham (Nuevo México, 1981), ganador de un Oscar con la canción «The Weary Kind» para la película Crazy Heart, está feliz, radiante, viviendo uno de los mejores momentos de su vida. Al nacimiento de su primer hijo dedica su reciente disco, Fear and Saturday Night, un conjunto de canciones espléndidamente producidas por Jim Scott (Wilco, Tom Petty). Ryan reconoce que se lo pasó en grande en ese parque temático lleno de pinballs, instrumentos de otras épocas, billares y artilugios electrónicos de los que gusta rodearse Jim Scott, un tipo que ha sabido adornar sin barroquismo las nuevas canciones que le llevó Ryan, compuestas en la soledad del desierto, en un tráiler alquilado, entre aullidos de coyotes y pinchazos de cactus.

 Las composiciones nuevas de Bingham destilan, salvo excepciones –siempre hay lugar para seguir asimilando los palos que da la vida-, muy buenas vibraciones, un optimismo sano que sale de su voz quebrada a ritmo de honky tonk, guiños dylanianos, homenajes a Bo Diddley o irresistibles corridos de frontera a lo Flaco Jimenez. Armónicas, acordeones, steel guitar, mandolinas, guitarras eléctricas, lenguas que saben a whisky, olor a caballos que corren libres en las laderas de Nuevo México, cielos que iluminan en cinemascope los valles y montañas de la frontera: los parajes son los mismos, lo que ha cambiado es el tono de la elegía.

Ahora Ryan Bingham, ese niño que vio caer en picado a sus padres ante sus ojos perplejos en la autodestrucción más infame, puede sonreír al futuro abiertamente y danzar un corrido contigo («Adventures of You and Me»), si te animas la noche del jueves. La cita con Ryan Bingham y su banda la tienes a tu alcance en la sala But de Madrid, el próximo 1 de octubre. Una oportunidad magnífica. Promete ser un concierto poético, reconfortante y divertido. Porque la nieve algunas veces cae en julio y existen islas en el cielo. ¿Por qué no? Ahora hasta resulta que sí había agua en Marte.