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Blogs Música para la NASA. por Álvaro Alonso

El dilema Gordon Lightfoot en el nuevo disco de Neil Young

El dilema Gordon Lightfoot en el nuevo disco de Neil Young
Álvaro Alonso el

Una de las cosas más chocantes de las listas de éxitos en EE UU es el muro que se levantó poco después de nacer el rock & roll a partir de 1958 entre los éxitos pop y los éxitos country. Esto hizo que los cantantes, mánagers y productores se llevaran las manos a la cabeza, puesto que obligaba a los artistas que andaban a medio camino entre ambos a elegir cuál iba a ser la senda a seguir, ya para siempre. Un viaje sin retorno que hizo que, por ejemplo, Roy Orbison no obtuviera ni un solo éxito en las listas country, o que Elvis Presley fuera censurado en dichas listas hasta 1972, ya en plena decadencia del cantante.

Esta separación entre los dos estilos tuvo unos resultados a la larga más bien negativos ya que promovió un tipo de industria discográfica como la de Nashville, con capacidad para autoabastecerse a base de éxitos prefabricados en un estilo que debía ser de antemano reconocible como canciones country & western. Solo unos pocos pudieron saltar a uno y otro lado. Uno de los primeros fue Marty Robbins para el sello Acuff-Rose. La influencia de Robbins fue importantísima para la aparición de estrellas que trascendían el country, como Neil Diamond, Merle Haggard y el canadiense Gordon Lightfoot. De hecho Marty Robbins convertiría en éxito “Ribbon of Darkness” de Gordon Lightfoot en 1965, poco antes incluso de que el canadiense editara su primer álbum titulado Lightfoot!

El recién editado nuevo disco de Neil Young, A Letter Home (Reprise), supone el rescate de once temas que andan todos ellos en la frontera entre el pop y el country, en una no sé si consciente recuperación de ese lugar compartido del que hablamos.

El disco, tal vez un capricho para aficionados a Neil Young, tal vez algo de más valor, fue grabado en una máquina de 1947 puesta al día que es una especie de cabina hermética en la que en una sola toma se graba la voz y guitarra de Neil directamente a un vinilo, un artilugio que se llama Voice-o-Graph y es propiedad de Jack White, ubicado en su tienda Third Man Records, que más parece un parque temático que una tienda, en la ciudad de Nashville. Aquí puede verse a Neil Young grabando en la extraña cabina “Needle of Death”, escalofriante canción de Bert Jansch que gira en torno a la heroína.

Entre las preciosas canciones seleccionadas por Neil Young, aparecen artistas como Tim Hardin, Willie Nelson, Bob Bylan, Phil Ochs o Bert Jansch, todos eminencias del mejor folk, y en todos los casos con canciones que bailan con un pie en el pop y otro en el country.  Ese terreno resbaladizo que la industria no quiso nunca aceptar, salvo en contadas excepciones.

Una de ellas es Gordon Lightfoot, un artista que nace entre el folk y el country y que ya en los años sesenta se convierte en una figura mundial, sobre todo cuando Peter, Paul & Mary interpreta con unas espeluznantemente buenas armonías vocales su éxito “Early Morning Rain” en 1966. El trío vendió millones, y participó en el famoso concierto en el que Martin Luther King leyó el discurso “I Have a Dream”.

Gordon Lightfoot, nacido en Ontario un 17 de noviembre de 1938, todavía sigue vivito y coleando, y es reivindicado por Neil Young en su nuevo disco A Letter Home por partida doble, una con la citada “Early Morning Rain”, y otra con la conocidísima “If You Could Read My Mind”, una canción que ha sido reinventada desde todos los flancos posibles, incluidas las versiones para la pista de baile como la de Viola Wills. Poderosa canción de Lightfoot. Aunque un servidor prefiera recordar hoy esa lluvia de la mañana con un dólar en el bolsillo y miles de sueños por delante todavía por cumplir.

 

 

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