El discurso de Mariano Rajoy en el Congreso ha conseguido poner a todos sus crÃticos de acuerdo en el sopor, encaminándonos a un nuevo capÃtulo de «Crónica de una investidura fallida». Antonio Hernando lo utilizaba para continuar «con el no señor Rajoy» del Partido Socialista, al ver al presidente en funciones sin ganas, como un «burócrata» cansado que ha venido a leer un «proyecto continuista».
«Es el discurso más rancio que he oÃdo nunca», aseguraba Aitor Esteban del PNV, visiblemente cabreado, dando a entender de que no cuenten con su apoyo. Claro que tenemos en menos de un mes las elecciones vascas y gallegas, y hasta después del 25 de septiembre, no moverán ficha.
«Previsible, aburrido sin alma» en boca de Joan Baldovà de CompromÃs. «Gris», según Xabier Doménech. Y con un «tono soporÃfero», que tenÃa como objetivo «que España se resignará», en palabras de Iñigo Errejón de Unidos Podemos. Ellos vuelven a apostar porque «hay otra alternativa», y no «es Mariano Rajoy, o el caos».
En ese sentido, ha seguido la lÃnea marcada en twitter por Pablo Iglesias, que ha subido una imagen del semanario «Hermano Lobo» añadiendo que «esto es lo que trata de decirnos ahora mismo Rajoy»:
– ¡O nosotros o el caos””
– ¡¡El caos, el caos!!
– Es igual, también somos nosotros.
Desde la dirección del Partido Popular señalan que «no ha habido agresividad. Ha sido un discurso presidencial, con solvencia y tono conciliador, pero firme en el diálogo y la unidad». Destacando el valor de los pactos conseguidos con Ciudadanos y Coalición Canarias. «El PP ya no está solo. Ha ampliado con acuerdos sus apoyos en las urnas».
A pesar de ello, no ha mencionado ni una sola vez a Albert Rivera. «¿Te has dado cuenta de que ni lo ha citado? Habla como si los 170 votos fueran diputados del Partido Popular», apostilla un dirigente del PSOE.
Estos abrazos no son suficientes para ser investido presidente ni para terminar el bloqueo. Se preguntaba Guillermo Fernández Vara en el mes de julio: «Si Mariano Rajoy se presenta a la investidura con 170 escaños, a ver quién es el guapo que dice no». Exclamando: «¡Pero hombre, en qué cabeza cabe!». Ese guapo será finalmente Pedro Sánchez. Al que Rajoy le envÃo continuos mensajes sin nombrarle, pidiéndole que deje de «juguetear con la paciencia de los españoles».
El órdago final de Rajoy no es la amenaza de unas terceras elecciones, sino de unas cuartas si seguimos en estos cauces: «¿Cuántas veces están dispuesto a hacerlo?». Y en una cosa acertaba: «No podrá haber Gobierno ni oposición».
Mientras unos señalan que es «Mariano, o la irresponsabilidad», otros que «Mariano, o el caos», el paÃs sigue igual, sin Gobierno y en funciones.
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