«Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mà el suyo beneficio polÃtico» soltó Mariano Rajoy en el Congreso cuando Pablo Iglesias presentó una moción de censura sin apoyos. Un lema que parece la deriva de un Gobierno que espera el movimiento de los otros para reaccionar. En Cataluña se está cumpliendo esa consigna al revés. Cuanto peor para todos mejor para los independentistas. Un caos justo cuando el 155 tiene los dÃas contados. CreÃamos que el iluminado y prestidigitador de Carles Puidegmont era lo malo hasta que se ha investido como presidente al xenófobo y supremacista Quim Torra. La realidad está muy lejos del axioma de Rajoy.
Para Torra los españoles somos bestias. «Carroñeros, vÃboras, hienas. Bestias con forma humana» como bien ha sacado a relucir Inés Arrimadas leyendo sus artÃculos nacionalistas llenos de odio. Ese es el personaje que desde hoy preside una comunidad autónoma con la intención de instaurar «un Estado independiente». Y no lo olvidemos. Con el apoyo de la izquierda republicana de ERC y los antisistemas de la CUP. Ellos han ayudado a encumbrar a un personaje que representa a una minorÃa de catalanes. Los más extremistas y peligrosos. ¿Hará República para todos o se impondrá su pensamiento de que «aquà no cabe todo el mundo»?
Después de 199 dÃas sin Govern se ha proclamado el peor posible. Uno que andará el mismo camino. Torra no es un presidente de transición. Es el paso más allá para convertir Cataluña en esa furgoneta que se precipita al abismo. En uno de sus artÃculos se preguntaba «¿por qué hay que movilizarse cada vez? ¿Cuando acabarán los ataques de las bestias?». Y yo me preguntó lo mismo. ¿Cuándo se movilizará el Gobierno de España ante un presidente que anuncia que volverá a las andadas? ¿Cuando paramos el ataque de esta bestia?
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