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Blogs Laboratorio de Estilo por María Luisa Funes

Rania y la primavera árabe

Rania y la primavera árabe
María Luisa Funes el

La reina Rania de Jordania apoya la moda de Oriente Medio a través de la Amman Design Week. Mientras en el mundo occidental se discute el uso del “burkini” y el velo, la primavera árabe de la moda tiene lugar en Oriente Medio, con un enorme elenco de creadores, sobre todo libaneses. 

Rania de Jordania, verdadero adalid de la moda y el estilo a nivel mundial, se ha erigido en máximo apoyo de la Semana del Diseño de Amman, un evento organizado para impulsar la arquitectura, el diseño y la moda en el Medio Oriente. Este nuevo proyecto, que tendrá lugar en septiembre y cuyo primer acto tuvo lugar hace unos días en la galería Ras Al Ain de Amman, Rania se reunió con el alcalde de la capital jordana, Agel Biltaji  y con un grupo de jóvenes diseñadores y arquitectos.

La esposa del Rey Abdalá II, un icono del estilo para las mujeres árabes, apoya así una organización que pretende dar oportunidades y visibilidad en el resto del mundo a diseñadores industriales, modistos, decoradores e arquitectos de la zona. Rania ha sido durante años una de las mejores clientas de varias casas de moda europeas, muy especialmente de algunas italianas, que no dudaban en enviarle un emisario a su palacio con una selección de las nuevas colecciones disponibles en su talla. Rania siempre ha admirado la obra de casas de moda insignes, teniendo especial predilección por prendas de Gucci, Prada y Fendi, que la han vestido en numerosas ocasiones.

Como muestra del gran estilo personal y la valentía “del estilismo” de la reina jordana, cabe recordar la famosa falda larga de Givenchy en tono malva combinada con una estricta camisa marfil, atuendo con el que rompió etiquetas y sentó cátedra en la boda de los actuales Reyes de España. Nunca ha temido elegir un par de polémicos zapatos, como los que trajo cuando vino a España por última vez, los asimétricos “vampydolly” de Louboutin o en la cena oficial en Madrid cuando lució unos horrorosos botines abiertos por delante de Balenciaga, una decisión arriesgada que no le favorecía en absoluto.

Recientemente nos preguntábamos porque la Reina Rania no utilizaba a más creadores de su zona, ya que cuenta con una impresionante cantera de modistos locales, entre los que se encuentran Elie Saab, Rabih Kayrouz, Georges Chakra o Zuhair Mourad. Pero parece que esto va a cambiar, tanto por la necesidad de promocionar Oriente Medio como por la incongruencia que sería organizar la Semana del Diseño de Amman y seguir contando con mayoría de modistos extranjeros en su guardarropa.

Los actos de la Semana del Diseño, tendrán lugar el próximo mes de septiembre en la ciudad vieja de Amman, y se distribuirán entre galerías, jardines y zonas comerciales de la ciudad. El objetivo de la muestra será dar más importancia al diseño local y relanzar a los creadores fuera del país.

Este impulso llega justo en un momento polémico en la sociedad francesa, debido a las quejas de Pierre Bergé, cofundador de Yves Saint Laurent, por la futura venta del “burkini” en las tiendas de Marks & Spencer en Francia.

Se trata de un complicado atuendos con pantalón, con el que se supone que las mujeres árabes podrán bañarse en el mar o la piscina -sin saltarse las normas de su comunidad religiosa-. Pero mientras que la opinión pública árabe y Marks & Spencer, afirman que el nuevo “burkini” dará más libertad a la mujer, Pierre Bergé, sin pelos en la lengua, ha sentenciado que “los creadores no tienen que inmiscuirse en la moda islámica. La labor de un modisto es hacer que las mujeres sean aún más bellas y gocen de total libertad, no la de colaborar con la dictadura que impone a las mujeres la idea abominable de que deben vivir la vida escondidas”.

Aunque Bergé e Yves Saint Laurent no dudaron nunca cuajar sus colecciones de joyería marroquí, turbantes y túnicas, lo hicieron enriqueciendo el orientalismo, la djellaba y el tarbouch, hasta convertirlos en objetos de culto. Bergé ha lanzado así un nada fácil debate sobre el burkini en una ya inflamada opinión pública francesa.

Para más inri, Air France ha explicado que va a aceptar que en los vuelos con destino a Teherán, las azafatas y mujeres piloto lleven velo, ya que de otro modo no estarían autorizadas a hacer el recorrido en el país de destino. El departamento de Recursos Humanos de Air France va a dejar que sean voluntarias las que cubran el trayecto París-Teherán, un vuelo directo que no existía desde el embargo de 2008. Pero tanto en Irán como en Arabia Saudita y otros países árabes, la moda hace estragos y está sirviendo de catalizador a una nueva generación que no quiere doblegarse a las antiguas leyes.

La estela de nuevos creadores árabes, la guían los famosos Rabi Keyrouz, Elie Saab, Zuhair Murad y George Chakra, aunque también los menos conocidos creadores jordanos: Dania Zurdi y Zahara Kilani, las hermanas Al-Alami,  Abeer Ghanem, Bana Abujaber o Abla Azar. Esto es, sin tener en cuenta que Bouchra Jarrar, francesa de origen marroquí que acaba de ser nombrada modista de la casa Lanvin es otro exponente de la moda árabe, o Hedi Slimane, mitad tunecino, a cargo de Dior hasta hace unos días. La primavera árabe de la moda agita conciencias.

Burkini

El burkini (burka-bikini) es un tipo de traje de baño especialmente diseñado para las mujeres de religión musulmana, ya que protege todo el cuerpo de la vista, a excepción de ciertas partes de la cara, manos y pies.  Aunque salió al mercado hace unos años en Australia, donde se vendió como churros, su venta en los almacenes britanicos Marks&Spencer ha supuesto una gran polémica en varios lugares, principalmente en París, donde la enseña británica tiene varias tiendas.

Georges Chakra.

Diseñador de moda e interiores, nacido en Líbano durante la guerra. Comenzó su andadura en el propio salón de su casa, hasta que en 2002 se estrenó en la semana de la Alta Costura de París, estableciendo allí su taller. En 2006 sus vestidos aparecieron en “El demonio viste de Prada”, lo que le impulsó a lanzar su colección de prêt-à-porter en la semana de la moda de Nueva York en 2009. Entre sus clientas, Jennifer López, Sofía Vergara o Helen Mirren.

Zuhair Murad.

Zuhair Murad nació en Baalbek, al este de Líbano. Desde pequeño, solo con crear vestidos de fantasía y pasaba sus días dibujando. Comenzo en Beirut en 1997, con un pequeño taller, aunque en 2001 tuvo la oportunidad de mostrar sus vestidos en la semana de la Alta Costura de París. En 2007 inauguró su casa de costura y prêt-à-porter en París. En 2012, vuelve a su país, instalando la central de su empresa en Beirut, aunque mantiene su atelier de París.

Rabi Kayrouz

Nacido en Líbano en 1973, ingresó en la Cámara de Comercio de París en 1973.  Tras unas breves prácticas en Dior y Chanel, Kayrouz volvió a a Beirut, donde se hizo un nombre diseñando vestidos de noche y trajes de novia. Cuando decidió retornar a París en 2008, abrió su propia casa de modas de Alta Costura de París, si bien con posterioridad ha preferido enfocar sus esfuerzos hacia líneas de prêt-à-porter. Ha creado una ONG para lanzar jóvenes valores libaneses.

Elie Saab.

De origen libanés, Elie Saab, se trata del modisto más exitoso de Medio Oriente. Saab lanzó su marca en 1982, en plena guerra civil de Líbano e inauguró un pequeño taller de ropa para novias e Beirut. Ahora con talleres en París y Milán, Saab desfila en la semana de la Alta Costura de París y es miembro de la Cámara Nacional de la Moda italiana. Entre sus clientes están Beyoncé, Charlize Theron, Diane Kruger y la mismísima Rania de Jordania.

 

 

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