“Un patio andaluz”, c. 1901. Lienzo de Julio Romero de Torres, cordobés con una Casa Museo renovada en la Plaza del Potro digna de visita.
No quisiera yo faltarle a Córdoba por no poder asistir a su semana de Patios. La ciudad luce misteriosa, fresca, con olor a geranio y una luz multicolor. El rumor de fuentes, cada una a su ritmo, nos hace imaginar lo que sentirían los antiguos pobladores de esta ciudad, que la crearon llena de callejuelas con sombra, fuentes con agua y ventanas con reja.
Y es que mayo en Córdoba es un mes de explosión de alegría y estímulos. Comienza el mes con los días de la Cata de Vinos de Montilla-Moriles. Siguen los días de las Cruces de Mayo situadas en plazas y rincones, con cante, baile, tapeo y vino del mejor.
Y llegan por fin los días de los Patios, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Concursan patios de distintos barrios y estilos. Todos de ensueño.
Los moradores de los patios, los cuidan todo el año.
Del 5 al 18 de este mes, se puede recorrer el interior de los patios de muchos casas.
Y después vendrá la Feria de Córdoba.
Pero atentos, la ciudad de Córdoba nos espera durante los otros meses: el “Califato” recibe al visitante con sol y arte todo el año.
El Patio de María, presidido por un limonero, es a su vez sede de la Cofradía del Flamenquín Cordobés. Calle Don Rodrigo, número 7, a unos pasos de Bodegas Campos.
http://www.turismodecordoba.org/patios-de-cordoba.cfm
http://www.patiosdecordoba.net/
http://www.cordoba24.info/html/weitere_events.html
http://patios.cordoba.es/
Y digo yo: siendo los patios un reclamo y deleite para los visitantes,
¿por qué solo los abrimos 12 días? Bien saben las autoridades competentes que la ayuda que piden los patios a cambio es completamente razonable y que ese clima privilegiado permitiría abrirlos casi todo el año…