En la eterna batalla de las marcas, una empresa francesa poco conocida goza de una verdadera historia que contar. Dos años antes de que Louis Vuitton abriera tienda, la casa Goyard ya existía con su nombre actual en la tienda que aún se encuentra en Saint Honoré.
Como todas las casas que luego se especializaron en accesorios de moda, incluida Vuitton, Goyard comenzó haciendo cajas de madera para proteger artículos durante el transporte: el tren y el transatlántico requerían un modo sólido de empaquetar y transportar los efectos personales más valiosos.
Lo que comenzó siendo la casa Martin, de cajas de madera, evolucionó en las manos de uno de sus empleados, el joven Goyard, a la muerte del yerno y gerente de Martin.
Fueron proveedores de un largo elenco de exigentes “fashionistas” de la época, como la conocida Duquesa de Berry, líder de opinión y propietaria de un guardarropa de aquí te espero.
Calidad, tradición y fidelidad a su estilo propio, siguen siendo las claves de la casa Goyard.
Las marcas cambian, crean más tiendas, se expanden y generalizan. Pero Goyard permanece con su estilo de siempre y una distribución en pocas tiendas.
De hecho, hasta hace 5 o 10 años, las señoras más “fashion” del planeta no conocían esta tradicional marca. Goyard no busca activamente flashes, bombo ni platillo.
Esta marca, que ha contado con Coco Chanel, el Duque de Windsor y la nobleza francesa como clientes, goza de su segunda vida. Sus piezas, funcionales y ligeras, son también reconocibles. Y siguen pintando a mano las iniciales del cliente si este lo desea. Una historia más del mundo de la moda. Sobre gustos…